Empresarios industriales, dirigentes sindicales y referentes de las organizaciones sociales de la economía popular participarán el miércoles 1 de julio desde las 14, de una reunión de diálogo social y económico de cara al Primer Congreso Industrial de Consenso Nacional para la Producción y el Trabajo, en donde avanzarán en una agenda de temas para conformar las mesas de debate y propuestas que se plasmarán en las jornadas planificadas para el 17, 18 y 19 de noviembre próximos.
“La sociedad nos impone la necesidad de la unidad nacional porque la crisis heredada y las consecuencias de la pandemia obliga a poner al trabajo y a la producción por encima de cualquier diferencia personalista, tanto de nombres particulares como de entidades”, sostuvo Daniel Rosato, uno de los dirigentes que participará del encuentro.
La premisa será “escuchar el análisis de todos los sectores con la más amplia mirada posible para poder encontrar los puntos en común que afectan a todos, y desde ahí poder proyectar con medidas para enfrentar la urgencia, y con otras que se implementen ahora para sembrar el futuro que esperamos para el país”.
De la jornada de trabajo ya confirmaron su participación sindicatos de las ramas industriales, Pymes fabriles y organizaciones que pujan por la incorporación de los desocupados o trabajadores informales en la rueda de la industrialización.
“Sabemos que es un desafío complejo y por eso empezamos desde ahora a debatir y diseñar entre todos el Congreso porque no será un evento de presentaciones atractivas o decorosas sino un lugar en donde podamos mostrar con seriedad y también con crudeza lo que le pasó a la producción nacional como consecuencia de un plan de desindustrialización, como sucedió en los últimos cuatro años hasta diciembre”, afirmó Rosato.
Dijo además que la crisis económica que desató la pandemia “retrasó el plan de reactivación de la industria que se había visto en los dos primeros meses del año e impuso como desafío la reconstrucción de la economía, que ahora necesitará del aporte de todos porque se trata de un escenario nuevo y muy angustiante, tanto para los empresarios como para los trabajadores”.