Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), consideró que el combustible “hará sentir una vez más en el año su peso específico dentro de los costos” y sostuvo que se ejerce una presión “cuasi confiscatoria” sobre todos los sectores productivos de Argentina.
La entidad que preside Jorge Chemes, mediante un comunicado expresó que “YPF sigue avanzando entre su intención de atar la actualización de los precios y su necesidad de mejorar sus balances, subiendo el precio de un insumo sensible y esencial en las distintas cadenas agropecuarias”.
Cabe recordar que hace pocos días se produjo el segundo aumento en el valor de los combustibles desde que comenzó el año y que ayer se inició un paro de transportistas que, entre otros temas, reclama una rápida actualización de las tarifas en base al aumento de costos de combustible.
“El gasoil hará sentir una vez más en el año su peso específico dentro de los costos y en el bolsillo del productor con unos 6.220 millones de pesos extra, es decir $ 3,107 por cada litro cargado en el tanque que se le sacaran al sector productivo, (si anualizamos la incidencia de este último aumento del 3,5%), que se suman a los costos de las cadenas agroindustriales argentinas”, señala el texto de CRA.
Agrega que “la actualización obligatoria trimestral por IPC del Impuesto a los Combustibles Líquidos, y el impuesto al Dióxido de Carbono empiezan a hacerse sentir en el bolsillo de los productores, hoy en un 7,7%, fruto de la inflación minorista, aumentan la presión fiscal recaudada con cada carga y es que, en algunos casos, ya llega al 47% de lo pagado por la factura de combustible son impuestos. Vale decir que solo tomando este último aumento el campo aportará anualmente unos 2.923 millones de pesos en concepto de impuestos”.
Finalmente la entidad ruralista advierte que las medidas constituyen “un escalón más de incremento a la cuasi confiscatoria presión fiscal que se ejerce sobre todos los sectores productivos de la Argentina, pero el bolsillo de estos ya no da para más y los ánimos empiezan a recalentarse casi en línea con los precios de los combustibles”.