Ante el ministerio de Trabajo de la Nación, la empresa confirmó el cese de operaciones “constituye una decisión tomada”. Por otra parte, Holger Paumann, presidente de Sky Airlines, aseguró que continuarán los vuelos entre Santiago de Chile y Buenos Aires.
Se realizó de manera virtual la primera audiencia de conciliación en el marco del Procedimiento Preventivo de Crisis presentado por LATAM el pasado 17 de junio.
Allí la empresa expresó a los funcionarios y a los representantes gremiales que el cese de operaciones anunciado constituye una decisión tomada, como se expresara oportunamente a las autoridades gubernamentales de los diferentes ámbitos.
En el mismo contexto, la compañía puso a disposición un Plan de Retiro Voluntario que “continuará disponible en la medida que se disponga de los recursos financieros para ello. Una vez finalizada esta instancia administrativa, LATAM se encuentra legitimada para proceder con la extinción de los vínculos laborales en los términos dispuestos por el artículo 247 de la Ley de Contrato de Trabajo”.
Por otra parte, Holger Paulmann, presidente de Sky Airlines, informó que la compañía chilena retomará los vuelos entre Santiago y Buenos Aires una vez que las autoridades argentinas habiliten nuevamente los servicios internacionales.
“No van a ser con las mismas frecuencias que teníamos antes de la pandemia, que eran de dos diarias. En un principio estaríamos yendo dos o tres veces por semana y luego, en función de la demanda, iríamos incrementando las frecuencias”, dijo en una videoconferencia.
“Estamos también procurando contar con frecuencias desde Lima a Buenos Aires”, agregó y señaló que la empresa también quiere “recuperar la frecuencia a Mendoza, pero hoy lo prioritario es habilitar primero los vuelos domésticos en Chile, luego los domésticos en Perú y por último las frecuencias internacionales”.
Paulmann explicó que el impacto que sufrió la empresa por la pandemia “fue muy fuerte y superó las previsiones. Sobre todo porque veníamos de un momento de crisis, desde octubre del año pasado, cuando estallaron las manifestaciones en Chile y nos obligaron a cancelar vuelos y reducir nuestras operaciones en un 50 por ciento”.
Destacó que iniciaron “un austero plan para enfrentar la crisis, procurando reducir al máximo los costos operativos, elaborando una ingeniería financiera que nos permita resistir los próximos 12 meses, al menos, como para sostenernos hasta que culminen estas restricciones impuestas por la pandemia”.
Estimó, además, que “los precios de los pasajes estarán, en un comienzo, entre un 20 y un 30 por ciento más bajos que antes de la pandemia y que la gente estará reticente a volver a volar por el miedo al contagio, pese a que está demostrado que los vuelos en avión, son prácticamente seguros en ese sentido”.