El debate de una reforma para actualizar el marco normativo de las Zonas Francas en Argentina está presente en el comercio exterior en el país. Durante los últimos días, estas áreas geográficas delimitadas en el territorio nacional, fueron noticia por la inauguración de una Zona Franca minorista en Río Gallegos y por la Resolución 669/2021 que permite, a la Cámara que agrupa a los concesionarios, emitir el certificado de origen derivado para que las mercaderías del Mercosur o de un tercer país que tenga un acuerdo comercial preferencial con el bloque, no pierdan las preferencias arancelarias.

En Ser Industria Radio, Alejandra Alonso, presidenta del Consejo Federal de Zonas Francas Argentinas, destacó la medida. Al respecto, remarcó que, con su implementación, las Zonas Francas locales dejan de estar en desventaja con las de países vecinos como Uruguay. 

La directora de Relaciones Institucionales de la Zona Franca de General Pico, La Pampa, también hizo un balance sobre el recorrido de la herramienta a lo largo de los años. Indicó que es necesario adaptar y modificar la actual legislación pensando en el largo plazo. 

¿La Resolución 669/2021 abre la relación de las zonas francas argentinas con los productos y los países del Mercosur?

Correcto. Precisamente el 19 de octubre salió publicado en el Boletín Oficial donde se habilita a la Cámara Argentina de Concesionarios a que puedan emitir el certificado de origen derivado. Esto nos permite tener una mayor apertura. Es un comienzo, todavía falta un poquito más para la instrumentación. Pero es algo que veníamos trabajando en forma conjunta desde el Consejo y la Cámara. Al final se logró, es un paso para que las zonas francas se vuelvan más atractivas y que nos usen como plataformas logísticas. Antes, los productos del Mercosur, cuando ingresaban a una zona franca, perdían el origen y eso nos ponía en desventaja porque países como Uruguay ya lo habían implementado. Entonces, hacían que la mercadería muchas veces eligiera otro destino y no la Argentina. Con esta medida, vamos a tener esa posibilidad, que ingrese la mercadería de un país miembro y no pierda el origen. Significa que tenga el tratamiento arancelario de acuerdo a lo pactado y se pueda ir nacionalizando de acuerdo a las necesidades en forma total o parcial. La Cámara se va a encargar de emitir ese certificado.

Brasil es nuestro primer socio comercial. ¿Los otros países también pueden mejorar el comercio con Argentina?

Si, totalmente. Va a beneficiar a todos los países miembros y a aquellos que también, de alguna manera, adhieren en distintas instancias del acuerdo, como es el caso de Chile u otros que son adherentes al Mercosur. Hay ciertas preferencias arancelarias que se van a poder aplicar y vamos a hacer uso de este tipo de beneficios.

¿En la implementación de la norma también incide la aduana? ¿Depende de cada zona franca la aplicación?

La idea es que la Cámara lo instrumente con los distintos concesionarios que la integran. Ellos son los encargados, inclusive están trabajando en forma directa con la Aduana. Para poder implementarlo tienen que cumplir ciertos requisitos, hay que presentar un programa que vienen trabajando y lo están haciendo para cumplir con toda la normativa. Sobre todo, lo que tiene que ver con el control de stock que es lo que más le interesa a la Aduana. 

¿Cómo evalúa el desarrollo de las zonas francas en nuestro país?

En estos momentos creo que es una herramienta potable. Todos sabemos que el comercio exterior cambia minuto a minuto. Un gobierno decide abrir las exportaciones, otro cerrarlas, otro le da prioridad a un sector… Pero el régimen de zona franca facilita muchas veces que aquella persona que importa mercadería, ingrese, la tenga dentro de la zona y vaya nacionalizando de acuerdo a su necesidad, sin tener un plazo que le acote esa estadía dentro del predio. Por eso, dada la situación que está atravesando el país, la autoridad de aplicación, que es el Ejecutivo Nacional, viene favoreciendo esta herramienta. Muchas veces no podemos negar que algún sector se vio perjudicado, pero también otro se ve favorecido, siempre hay un balance. De hecho, se vienen creando más zonas francas. Eso hace que el régimen tome otra importancia. 

¿Para crear sub zonas es necesaria otra legislación?

La única que tiene el régimen de subzona es Bahía Blanca. Esto es porque llo tenían plasmado en el reglamento interno. No todos pueden hacerlo. Por ejemplo, la provincia de La Pampa no tiene esa posibilidad y para estar todos en iguales condiciones, tenemos que modificar nuestra ley marco, la 24.331.

¿La idea es hacer de las zonas francas plataformas logísticas más productivas?

Hoy somos una plataforma logística. De alguna manera ese es el eje fundamental que nos permite la ley actual. Tenemos una zona franca productiva que es la de General Pico, que permite a la producción retornar al territorio aduanero general, que es Argentina y también llevarla a terceros países. Es lo que pretendemos nosotros como Consejo con la reforma de la ley. Sabemos que es muy ambicioso. Vamos a ver de qué manera se puede aplicar y si el Ejecutivo decide efectuar ese cambio.

¿Por qué aún no se ha logrado esa reforma?

Es complicado por una cuestión de que el régimen de zona franca no deja de ser como si fuera un régimen de parque industrial con ciertos beneficios anexos y muchas veces el gobierno debe priorizar y cuidar la industria nacional. No está mal tener esa visión, pero también hay que romper con ciertos paradigmas para habilitarla. Esto también tiene que ver con el tamaño de país que tenemos. Muchas veces es muy fácil compararnos con un país vecino pero el nuestro es muy extenso, lo cual hace que tengamos distintos climas, distintas cuestiones…No es lo mismo la zona franca que se encuentra en Jujuy que una mediterránea o la de Santa Cruz. Esto hace que el gobierno tenga que tener el ojo afilado para no perjudicar a nadie y que realmente nuestro país pueda crecer igual para todos, con los mismos derechos. Me parece que eso hace que se detenga, piense y cambie este tipo de normas. La ley actual, se creó hace muchísimos años y cuesta modificarla, siendo que el comercio internacional varía minuto a minuto. Hay que tener una visión a muy largo plazo para modificar esto. Tiene que ser un régimen que se sostenga en el tiempo, porque hay que garantizar a las empresas radicadas dentro de la zona, como a las futuras, que no van a tener ningún tipo de inconveniente y no se genere ningún tipo de problema como, por ejemplo, despidos. 

¿Todas esas variables que están en debate?

Sí. Esta herramienta necesita una actualización, estamos hablando de una ley de la época de Menem, es necesario ajustarla y adaptarla Los que hemos pasado ya muchos gobiernos, podemos ver todos los cambios desde aquella época. 

Se inauguró la Zona Franca de Río Gallegos con algunos incentivos…

Se le dio un beneficio igual al que tiene Misiones, que es la venta minorista. Le dieron un cupo y tengo entendido que va a tener un beneficio propio como es la compra de automóviles, como lo tiene Tierra del Fuego que, si bien es un régimen especial, no es zona franca. No estamos poniendo en contacto con ellos, queremos que formen parte del Consejo ahora que ya están constituidos como zona franca. Los queremos invitar a que sean parte y que estemos todos juntos para llevar adelante este tipo de reclamos o acontecimientos que también hace que nos vinculemos unos con otros y nos saquemos dudas. Celebro sinceramente que se sigan sumando zonas francas en nuestro país, esto hace que el régimen esté vigente, que sean herramientas que podamos utilizar. Además, esto atrae inversiones y genera empleo genuino. Soy una defensora nata del régimen, siempre digo lo mismo: lo que más necesita Argentina es empleo genuino de calidad y eso generan las zonas francas, así que estoy muy contenta con esta nueva apertura.

La Zona Franca de La Pampa tiene la posibilidad de producir e ingresar al territorio. ¿Cuál es el balance que hacen al respecto?

Es una zona franca mediterránea, se nos dio este beneficio porque no tenemos un puerto, tampoco una ruta nacional que nos atraviese. Todo eso hace que sea muy difícil que una empresa decida instalarse aquí sin que se le brinde un beneficio extra. Venimos creciendo, somos la tercera a nivel país, tenemos un promedio de 480 empleados trabajando en forma diaria. Ese es un dato importantísimo para la provincia y para la región en sí. Tenemos empresas pequeñas que pasan a dar un saltito y ahora estamos trabajando muchísimo para que logren exportar, salir a terceros países y diversificar mercado.

¿Se puede vender servicios desde allí?

Sí, por supuesto. Eso se trabajó desde el Consejo con la ley de Economía del Conocimiento. Las empresas de ese sector no pierden el beneficio, sobre todo en lo que es Ganancias, donde tienen el porcentaje reducido. Para evitar ese tipo de inconvenientes, porque muchas veces confrontan las leyes ya que la nuestra impide un doble beneficio, se trabajó durante la creación de esa ley para incentivar todo lo que es ese sector y que se beneficien con las herramientas de las zonas francas.