En síntesis, el texto suscripto por asociaciones de comerciantes, Pymes y profesionales, se menciona los puntos que se enumeran a continuación.
1- Un amplio debate sobre una reforma impositiva, sin que la misma traiga como consecuencia el desfinanciamiento del estado. El comercio Pyme no adhiere a proyectos que afecten el financiamiento de la seguridad social o la presencia activa y efectiva del estado en la prestación de servicios de salud, educación y seguridad. Bien por el contrario, consideramos que la reducción de impuestos, sumada a la reasignación del gasto público, priorizando el bienestar general y volcando al consumo interno recursos que hoy se usan para pagar impuestos, fortalecerá la demanda interna y beneficiará la actividad comercial. Un ejemplo puede ser tomar las reinversiones de rentabilidad a cuenta de pago del impuesto a las ganancias. Esto ayudaría a la inversión en renovación de instalaciones, rodados, innovación tecnológica, etc., ya que los costos de financiamiento significan otro problema irreductible al momento de invertir.
2- Diseñar un régimen laboral especial para los comercios de hasta cinco empleados; el mismo no debe vulnerar los derechos del trabajador y la carga impositiva o los conflictos laborales que regule no deben condicional el desarrollo de la actividad. Esta propuesta implica reconocer en el pequeño comercio el importante generador de empleo -elemento vitalísimo tanto para pueblos como en ciudades que es, así como considerarlo un gran dinamizador económico por la cantidad de empleos indirectos que crea.
3- Reducir los costos, tanto para el comerciante como para el cliente, de las operaciones con tarjetas de débito, de crédito o a través de las actuales aplicaciones. El comercio es un franco aliado de la bancarización, con las ventajas y los beneficios que esto conlleva para el movimiento económico general, por lo tanto, esa reducción será de valiosa y amplia utilidad.
4- Una clara política de precios que redunde, fundamentalmente, en una defensa consistente de los derechos de los consumidores. En la actualidad, el precio final del producto desaparece deslealmente ante estrategias de promoción de cuotas o descuentos.
5- Medidas de incentivo al consumo, entre las que destacamos como especialmente importantes un acuerdo de precios y el incentivo a la demanda por medio de la reformulación del plan de cuotas sin interés a 6, 12 y 18 cuotas todos los días de la semana y todos los rubros durante al menos el plazo de un año.
6- Una prioritaria y eficaz generación y sostenimiento del empleo. Dado su dinamismo, el comercio es el sujeto económico que más rápidamente reacciona ante el incremento de la actividad económica. Un plan de generación de empleo con incentivos específicamente diseñados para alentar y favorecer a aquellos actores de la actividad económica que incorporen trabajadores. El fortalecimiento del consumo, cualquiera sea la actividad a la que nos refiramos, genera rápidamente la necesidad de crear nuevos empleos, así, un plan de este tipo se impone como insoslayable si el estado se aboca a fortalecer el consumo general.
7- La pronta sanción de una Ley de Comercio Electrónico que garantice el origen de los productos y servicios que se ofrecen, que respete los derechos de los consumidores y que iguale en derechos y obligaciones al e-commerce con el resto de la actividad comercial. Esa ley debe contemplar todos los aspectos involucrados en la misma: la descripción del producto, su precio y forma de pago, la modalidad de entrega, los costos adicionales, las garantías y la confidencialidad de los clientes, etc.
8- Identificar y evaluar los impactos socioambientales antes de autorizar la instalación de comercios de grandes superficies. Nuestra ciudad tiene sobrados ejemplos de ‘excepciones’ que han permitido la instalación de cadenas o de comercios de grandes superficies, afectando así la actividad comercial existente, destruyendo una alarmante cantidad de fuentes de trabajo o desalojando trabajo de calidad.
9- Nuevas formas de distribución de las mercaderías de los comercios pudiendo utilizar, por ejemplo, las playas de estacionamiento como pequeños centros logísticos, impulsando la utilización de vehículos eléctricos para distribuir en zonas hoy vedadas. Reconsiderar, además, los horarios permitidos para la carga y la descarga, teniendo en cuenta las particularidades de cada zona. El mejoramiento de esta actividad, tan vital para la actividad comercial en general, permitirá bajar los costos finales de los productos transportados. En las ciudades, los más básicos temas logísticos de distribución, carga y descarga se han tornado harto complicados por las restricciones al tránsito, la envergadura de los transportes o las restricciones horarias.
10- El sector productivo Pyme de la Ciudad está necesitando contar con una amplia condonación de deudas de Impuestos a los Ingresos Brutos y todos los impuestos y tasas municipales, multas, punitorios y planes caídos hasta un monto de pesos $ 500.000 y el financiamiento a 120 cuotas sin interés de los saldos impagos descontados los valores condonados.
11- El Gobierno de la Ciudad debe contribuir al Fortalecimiento del Mercado Interno con refuerzos no remunerativos en los sueldos de los empleados de la Ciudad.
12- Considerando que el 70% de lo que el país produce es consumido en su mercado interno, en Comerciantes Activos de Buenos Aires creemos que es indispensable un eficiente y sustentable sistema de comercios de proximidad que atienda la demanda con una abundante oferta y precios justos, siendo este sistema de comercialización una oportunidad para nuevos emprendimiento y productores que puedan llegar al consumidor.
