En diálogo con “Ser Industria Radio”, habló sobre el contenido del trabajo que están desarrollando junto a la CGT y la CTA, aseguró que el plan “se basa en los consejos sectoriales, el trabajo, la incorporación de los jóvenes y las mujeres al mercado laboral con empleo registrado y un comercio exterior inteligente y administrado. Tenemos que cuidar los intereses de los trabajadores, las Pyme y la República Argentina, no vendiendo materias primas para después comprar el cuero de chancho manufacturado con mano de obra esclava que se vende en las grandes cadenas de comercialización”.
El titular de la CEPBA, entidad que reúne a 270 federaciones, cámaras y asociaciones bonaerenses, agregó que “trabajamos con la CGT desde hace mucho tiempo y especialmente con los gremios industriales. Dentro de la CEGERA tenemos más de 30 convenios colectivos con las cámaras sectoriales, eso nos lleva a un trabajo en conjunto y a tener una definición que nos hermana con los trabajadores, que son el mercado nacional. Presentamos las diferentes comisiones para abordar diferentes problemáticas. En mi caso como presidente de CEPBA y responsable del programa de Promoción y Calificación del Empleo, que tiene la entidad, elaboramos un programa de políticas públicas en donde las tres partes que hacen a la relación laboral, estado, trabajadores y empleadores trabajamos para diseñar la política de empleo que se viene. En una primera instancia va a ser una política de contención, ya que los índices de desocupación son de dos dígitos y vienen agravándose”.
En otro momento de la entrevista señaló que “las Pymes estuvimos fuera del eje de este gobierno durante 4 años y hoy se ven las consecuencias. Las industrias del mercado nacional están con una capacidad ociosa del 50%, últimamente se han perdido 220 mil empleos industriales. La situación es muy grave, hoy estamos hablando de emergencia alimenticia y social. Somos socios de CAME que ya ha pedido la emergencia Pyme. Con los gremios que están en la CGT y la CTA, nos reunimos para elaborar una propuesta conjunta donde los trabajadores y empresarios veamos al empleo como un factor de producción, equidad, desarrollo y de construcción de una Nación. Con trabajo, inclusión, economías regionales fuertes y una producción de comercio exportable con valor agregado y no solamente primarizada que hace que muy pocos puedan tener el rédito”.
Siro también habló de la posibilidad de la ley de Reforma Laboral y al respecto respondió que “no creo que la discusión pase por ahí. Lo que tenemos que evitar son las malas prácticas laborales. que no solamente tienen que ver con una reforma. El problema de la Argentina y sobre todo de la industria, no es el costo laboral y esto lo digo claramente, sino la pérdida de capacidad de compra de los trabajadores, la concentración de la riqueza en donde se han dolarizado las tarifas y los servicios públicos. Otro problema muy grave es el costo financiero y también hay que hacer una reforma impositiva. Tenemos que tener un mercado interno fuerte, donde el trabajador es el objeto de nuestros productos. Ahora, si ese trabajador que a nosotros nos sale 1000 o 1200 dólares, compra productos hechos por trabajadores de 200 dólares en China o 25 en África, evidentemente nos lleva a la situación que tenemos hoy. Hay que mantener la calidad de los trabajadores, el standard de bienestar y defender los derechos de los trabajadores”.
Sobre las posturas de las entidades que expresaron la imposibilidad de pagar bonos a los trabajadores, sostuvo que “estamos de acuerdo con que hay que recuperar el poder adquisitivo de los trabajadores, el problema es que no lo podemos pagar como Pymes. Tenemos que hallar la manera de que recuperen poder adquisitivo y que ese dinero no vaya a la concentración de las tarifas públicas, que no se la ganen dos vivos que están avalados por una política orientada a eso, ni a pagar una tasa de tarjeta de crédito del 170 o 200% y que pueda tener dignidad en la compra de productos de origen nacional, que tenemos una gran calidad”.
Finalmente, Siro señaló que “tenemos que hacer una política de comercio exterior administrado, que no significa cerrar la frontera. Pero si nosotros tenemos países que nos obligan a cumplir las normas de la OMC, pero no cumplen con las normas de la OIT, es muy difícil que aquellos productos con mano de obra intensiva puedan competir con los que tienen trabajo esclavo. Yo no quiero trabajo esclavo para mi país, pero sí que compitamos en las mismas condiciones”.
