El 2020 se vuelve cada vez más complicado para la Argentina. A los efectos de la pandemia, que tiene prácticamente a todo el sector productivo paralizado, se le suma la baja histórica en el Río Paraná que complica aún más el ingreso de divisas, en plena renegociación de su deuda externa. 

Prefectura Naval Argentina informó que el Río Paraná registra la peor bajante en 50 años con 1.01 metros de profundidad. Este panorama, dificulta la navegación y preocupa seriamente al sector agroexportador.

En respuesta a esta emergencia, la empresa Jan de Nul, a cargo de la Hidrovía, anunció que dispondrá “todos los recursos disponibles”, para realizar “un esfuerzo adicional de sobredragado para poder sumar 2 pies de profundidad y de esa manera contribuir a paliar la actual situación de bajante extraordinaria”.

El bajo caudal es producto de una sequía sin precedentes en Brasil, que llevó a que no sólo el Paraná, sino también los ríos Iguazú y Uruguay estén en los niveles más bajos en décadas.

Por su parte el gobierno argentino le solicitará a su par brasileño que abra las compuertas de sus represas hidroeléctricas para aliviar la situación y hacer crecer el caudal del Paraná.

Para esta negociación, el Presidente Alberto Fernández confía en que el canciller Felipe Solá logre convencer a su par brasileño, Ernesto Enrique Fraga Araújo. En los próximos días habrá una reunión en la que tratarán el tema.  

La falta de lluvias en el cordón montañoso Serra do Mar en el este de Brasil, es la razón principal por la que el país vecino no cuenta con excedentes para abrir sus compuertas. Según el ministerio de Minas y Energías del país que preside Jair Bolsonaro, su matriz energética está compuesta por un 61,1% de energía hidroeléctrica. Sin agua, no hay energía. 

En este contexto, el sector agroexportador ve cómo desaparecen sus dólares. En un buque Panamax, con una capacidad de carga en torno a los 60.000 a 65.000 toneladas. Perder tres pies de profundidad implica dejar de cargar entre 6.000 y 7.500 toneladas por buque.

Además de la apertura de las represas brasileñas, la empresa Jan de Nul, a cargo del dragado de la Hidrovía Paraguay-Paraná emitió un comunicado en el que aseguró estar “realizando un esfuerzo adicional de sobredragado para poder sumar 2 pies de profundidad y de esa manera contribuir a paliar la actual situación de bajante extraordinaria. En esta tarea la compañía ha comprometido todos los recursos disponibles con el objetivo de contribuir a minimizar en el menor lapso de tiempo posible las consecuencias de este fenómeno”.

“La vía navegable se encuentra en la actualidad por debajo del 80% del caudal de agua previsto para cumplir con la profundidad de diseño de 34 pies (10,95 metros)”, expresa la empresa y agrega que “5 dragas de la compañía y todos sus profesionales y técnicos se encuentran abocados a la tarea las 24 horas del día, los siete días de la semana, con el fin de poder contribuir con los productores y los exportadores a sostener su actividad en este difícil contexto”.