El gobierno argentino, a través de la cartera económica, confirmó que no pudo alcanzar un acuerdo con los acreedores para la reestructuración de la deuda, de manera que la negociación sigue sin resolverse.
“Los Inversores Restringidos respondieron a la información provista por Argentina proponiendo ajustes, con los que Argentina no puede comprometerse de manera razonable, algunos de los cuales son ampliamente inconsistentes con el marco de sostenibilidad de deuda que necesita la República para restaurar la estabilidad macroeconómica y para avanzar con un programa con el FMI”, dice el comunicado oficial.
Indica asimismo el área que conduce Martín Guzmán, informó que “el proceso de negociación con nuestra comunidad inversora reveló que las demandas de los inversores a menudo divergen y no se pueden conciliar fácilmente” y que “la República evaluará todas las opciones disponibles como parte de un proceso integral para restaurar la estabilidad macroeconómica.”
El estancamiento de las negociaciones se produjo en las últimas horas, cuando los acreedores decidieron no seguir extendiendo los acuerdos de confidencialidad. Se especula que el gobierno podría extender el plazo de la oferta, fijado para el 19 de junio.
Desde la administración argentina aseguraron que ya se hicieron importantes esfuerzos para mejorar la última propuesta, que tenía un valor de USD 47 y que recibió la aprobación del Fondo Monetario Internacional (FMI). Además, expresaron que las diferencias todavía siguen siendo importantes y que hay desacuerdos entre los grupos de bonistas, pero también entre los propios miembros de cada uno de los comités, algo que el comunicado deja explícito. También aseguraron que, aunque muchos fondos están cerca del punto de acuerdo, “Blackrock, el fondo que lidera el grupo Ad Hoc, sigue entorpeciendo la negociación”.