Los trabajadores de la compañía aérea que dejó de operar en Argentina exigen respuestas ante el vaciamiento de la filial argentina del Grupo LATAM y denuncian planes de flexibilización laboral y degradación de los estándares de seguridad a bordo.
El jueves 16 de octubre, al día siguiente de los anuncios de reactivación de los vuelos, se publicó en el Boletín Oficial la nueva reglamentación para las tripulaciones de cabina y pilotos que muestran la intención de flexibilización y precarización laboral. Asimismo, representa una amenaza para los empleos de los actuales tripulantes en todas las líneas aéreas.
En LATAM los Tripulantes de cabina no fueron despedidos, permanecen en un estado de alerta y movilización por la incertidumbre que están padeciendo. El 75% de la dotación que no aceptó el plan de retiros voluntarios son mujeres que sostienen sus hogares con ese único empleo.
En contraste con sus empleados que han perdido el trabajo o que han sufrido reducciones salariales del 50%, del 20% y ahora del 15%, en todo el holding además de recortes en sus condiciones de trabajo. Para LATAM la crisis sanitaria se presenta como una oportunidad económica, la facturación de cargas es récord y la recuperación de las operaciones continúa subiendo. En el juicio de reestructuración de la deuda en Estados Unidos, LATAM recibió la aprobación del juez para su propuesta de financiamiento haciéndose del préstamo de 2.450 millones de dólares requeridos.
Este lunes los tripulantes de cabina de LATAM se movilizarán en una caravana solidaria hacia Ezeiza, denunciando el vaciamiento y el inicio de las operaciones que están programadas con personal extranjero.