Los puertos de Rosario, Santa Fe, Reconquista y Villa Constitución resolvieron alejarse del organismo que nuclea a todas las terminales portuarias públicas del país, acordando encarar un perfil propio.
Los desencuentros surgieron desde el mismo momento en que se repartieron los cargos para conformar el nuevo Consejo Portuario, en marzo. En esa ocasión el Ente Administrador de Puerto Rosario (ENAPRO), optó por no ocupar un asiento en la mesa. No obstante, había expresado su conformidad de trabajar en el organismo.
En diciembre de 2019, con la llegada de Omar Perotti al gobierno de Santa Fe, los cuatro puertos estatales de la provincia cambiaron sus administradores para darle una nueva impronta a la actividad que desarrollan.
En una ronda de consultas realizadas por Ser Industria, distintos voceros coincidieron en la férrea unidad consolidada por los cuatro administradores santafesinos. Entienden que, a pesar de sus intentos de trabajar en forma coordinada y consensuar acciones con el Consejo, no encontraron eco de parte de la conducción. Por el contrario, coincidieron en que nadie les manifestó interés en incorporarlos.
Asimismo, remarcaron que esta desvinculación no guarda relación con los planteos y discusiones entre los puertos en torno a la planificada concesión de la hidrovía Paraná Paraguay, donde se encuadra, entre otros temas, la fijación del costo del peaje.
En tanto existen rumores y especulaciones direccionados a que, desde algunas terminales del sur bonaerense, se opera en acuerdo con navieras que trabajan en el puerto de Buenos Aires, la variación del método de cálculo, para alcanzar una fórmula que no beneficie la actividad de los puertos del norte.
En definitiva, Rosario, Santa Fe, Reconquista y Villa Constitución protagonizaron el cisma para encarar gestiones conjuntas de modo que el peso de la provincia en los ámbitos portuarios tenga más gravitación y representatividad.