Un informe realizado por el Instituto Nacional del Agua (INA), pronostica un escenario “de mayor gravedad que en 2020” en los caudales en Brasil y estima que la bajante podría ser importante, aguas abajo, para el segundo trimestre del año.

El trabajo titulado “Posibles escenarios hidrológicos en la Cuenca del Plata durante el período mayo-junio-julio 2021”, advierte que, en los meses venideros, en el norte del litoral argentino habrá “condiciones deficitarias de precipitación”, mientras que para el centro-sur del litoral se espera un trimestre con condiciones normales.

Debido a las lluvias o a su escasez, el estudio concluye que las cuencas de los ríos Paraguay, Paraná y Uruguay esperan un trimestre “con condiciones de normales a deficitarias”.

“El escenario registrado a la fecha es similar al registrado en 2020, con una tendencia climática desfavorable que podría agravar la situación durante el trimestre. Los aportes de caudal, desde la mitad norte de la cuenca del Plata, continuarán siendo muy inferiores a los valores normales correspondientes a otoño/ invierno”, precisa el informe.

El organismo repasa que abril resultó un mes de condiciones “muy desfavorables, caracterizadas por una anomalía negativa de lluvias en toda la alta cuenca del río en Brasil. Esto redujo el aporte de los afluentes y disminuyeron las reservas en los embalses emplazados en la mitad superior de esa región”. Por lo tanto, augura que el escenario de escasez de agua observado, sumado a la perspectiva climática, “define un cuadro de mayor gravedad que el registrado en 2020”.

En el tramo argentino del río Paraná, se vieron en abril “anomalías negativas de precipitación” y los niveles disminuyeron unos 75 centímetros, promediando todas las secciones de control, acentuando la condición de aguas bajas en todo el tramo. 

El informe señala que los promedios se mantienen alrededor del 40% por debajo de lo normal. La altura del río será “inferior a lo normal por lo menos hasta julio, comportamiento similar al ocurrido en la misma época en 2020”.

Precisa además que el nivel del Paraná en Santa Fe tuvo un “acotado ascenso” durante la primera quincena de abril, por efecto de importantes lluvias locales. Luego fue retornando el descenso y el nivel continuará disminuyendo las próximas semanas. En el tramo del Delta, el río permaneció en baja durante abril y la escasez de lluvias, según el estudio del INA, “agrava la condición, permaneciendo niveles inferiores a los medios de otoño”. Además, por la baja probabilidad de lluvias normales se espera que las aguas sigan “manteniéndose en acotado descenso”.

Por otra parte, en el río Uruguay, durante marzo, predominaron las anomalías negativas sobre la cuenca alta y media, mientras se observaron anomalías positivas o levemente positivas sobre la cuenca baja.

Aguas abajo de Salto Grande, hubo lluvias significativas y se dieron, “repuntes notorios” en algunos tramos. Aun así, el efecto dominante fue más bien de atenuación, según evaluó el INA.

Finalmente, el informe indica que el curso de agua que rodea el este de Entre Ríos, seguirá en “fase recesiva o estable en valores de aguas bajas” y “lo más probable es que predomine la tendencia al descenso sobre los niveles del tramo medio inferior”.