La minería crece en Argentina y se presenta como el gran motor del desarrollo de varias provincias. En las últimas semanas San Juan se constituyó en el epicentro de las miradas de todo el mundo, tras el  hallazgo de uno de los yacimientos más grandes de cobre, oro y plata de los últimos 30 años a nivel global, que se suma a otras explotaciones que están en marcha en la provincia cuyana .

El anuncio, fue revelado por las empresas Lundin Mining Corporation y Vicuña Corp, encargadas de su explotación y generó grandes expectativas en el orden nacional. Al respecto, Ricardo Palacios, presidente de la Unión Industrial de San Juan (UISJ), explicó en Ser Industria Radio que San Juan y el país están frente a una gran oportunidad de desarrollo.

En ese sentido, detalló que se trata de una inversión inicial de US$4.000 millones, anticipando que se está gestionando el ingreso al Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) por un monto superior a los US$10.000 millones. El dirigente industrial hizo referencia al impacto positivo que generará este desarrollo en la producción, el comercio, la educación y el arraigo. 

¿Qué significa este hallazgo para la industria de San Juan? 

Es muy importante. Es uno de los descubrimientos más grandes de los últimos 30 años a nivel mundial. Estamos hablando de los yacimientos Josemaría y Filo del Sol que se unifican en el Distrito Vicuña. A partir de ello, tenemos una enorme oportunidad.  La industria minera dinamiza la economía de un país entero y en este caso se estima una inversión de US$4.000 millones en dos o tres años. Es una gran oportunidad ante una necesidad que tienen la industria provincial y nacional. Estamos con muchas expectativas. Si bien falta un par de años para ver lo más grueso, ya se inició el camino hacia la mina y se está trabajando en otros sectores. 

Es una cifra muy importante, si referenciamos que, en Salta, se aprobó en primer RIGI minero para Río Tinto por US$2.700 millones… 

Vicuña está pronto a presentar el RIGI, que sería superior a US$10.000 millones. Los primeros US$4.000 millones conforman la inversión que hace la mina para el desarrollo de la etapa inicial. Tenemos que entender que Chile exporta en minería más de US$60.000 millones anuales y Argentina estará sobre los US$3.000 o 4.000 millones este año. Compartimos la cordillera y  tenemos los mismos recursos de ambos lados.

¿Por qué no se explotó la minería en nuestro país?

Creo que ahora se dieron las condiciones. Durante muchos años hablar de minería era una palabra prohibida. Distintos sectores, tanto políticos como ambientales, se encargaron de establecer un discurso y eso generó muchísimo desconocimiento, porque el trabajo que tiene una operación es de excelencia. Quienes tuvimos la oportunidad de conocerlo,  lo sabemos. Como toda actividad, genera impacto, pero también los mayores estándares y cuidados. Teniendo esas riquezas enterradas, era un desperdicio no extraerlas, en un país donde faltan muchas oportunidades y  mucho trabajo. Hoy estamos frente a una nueva oportunidad, no sólo para los sanjuaninos, porque no daríamos abasto, sino que hay lugar para empresas de todo el país. El gran desafío que tenemos como cámaras y argentinos, es aprovechar el impacto que van a generar estos proyectos en Salta, Jujuy, Catamarca, Santa Cruz y San Juan, En un futuro cercano se sumará Mendoza y deben subirse la mayor cantidad de argentinos posibles para que despeguen nuestras industrias. 

¿Podrán desarrollarse cadenas de valor con proveedores locales?  

Sin duda, lo digo por experiencia. San Juan es una provincia de 800.000 habitantes. Tiene una industria muy diversificada y una tasa de desempleo bastante baja comparada con la del país. Tenemos cinco proyectos mineros a punto de comenzar a desarrollarse. Pero solamente uno de ellos ocuparía a toda la gente que está desocupada. Es cierto que no todas las personas tienen la capacidad técnica que requiere un emprendimiento de este tipo, porque la minería es mano de obra intensiva. Es mucho trabajo de operación en mina, de manejo de maquinaria. El campamento que se prepara arriba, a 4.500 metros de altura, está pensado para 15.000 personas. Es una ciudad que demanda alimentos, alojamiento, servicios de traslado, medicina, un dinamismo gigante.

¿Se están preparando?

Si, porque tenemos la oportunidad de desarrollarnos con nuestra gente y generar sinergias. Si el empresariado, la industria sanjuanina, no tiene las capacidades para abastecer el total de los requerimientos de la operación minera, tendrá la oportunidad de asociarse con empresas de todo el país e incluso de afuera. Nuestra provincia cuida el empleo local y hace lo posible para que la  mayor cantidad de trabajo quede en San Juan, pero esto nos excede. Por eso, insisto, es una gran  oportunidad para todo el país.. 

¿Puede haber competencia con proveedores chilenos que tienen mayor escala y experiencia? 

Chile tiene muchísimos años de cobre. Argentina, prácticamente muy poca experiencia, solo una empresa que cerró hace mucho tiempo. Está claro que tienen toda la expertise, la capacidad técnica y los conocimientos. Nosotros tenemos que empezar a prepararnos. Es un desafío, no solo de las instituciones que representamos, sino que lo venimos hablando hace tiempo con las operadoras mineras donde pedimos ingeniería de detalle. Queremos conocer cómo van a extraer, cómo harán la exhibición y el traslado, para estar preparados. Tenemos un par de años para prepararnos y hacia eso avanzar y crecer, para que la mayor cantidad de trabajo quede en nuestro país. Van a venir de todos lados y si no estamos preparados, buscarán afuera. 

Alrededor del 2010 hubo un gran movimiento minero en San Juan. ¿Esperan un boom similar? 

Va a ser mayor. Ese movimiento era Pascua Lama, un emprendimiento binacional que estaba del lado argentino y del lado chileno. Ese proyecto terminó cayendo por una cuestión de legislaciones en Chile e involucró a 10.000 personas. Lo que viene será tres veces mayor, va a ser muy superior. Es un gran desafío para toda la Argentina. Tenemos que estar muy atentos a estas oportunidades. La licencia social que tiene San Juan no solo está cuidada por una cuestión ambiental, sino también por una cuestión laboral y de oportunidad económica. Por supuesto que las operadoras lo ven, lo saben, lo entienden y trabajan fuertemente en el desarrollo local. No  van a buscar todo de afuera, eso es un mito. Hay cuestiones obvias como, por ejemplo, un molino de piedra para el cobre, porque hay una sola fábrica en el mundo. No se justifica tener otra en Argentina porque no tendríamos el volumen de venta que la justifique. Es enorme la dotación de servicios y productos que podemos venderles. 

Además de la estabilidad macroeconómica los inversores consideran la infraestructura logística, que si no es buena, sube costos.  ¿Es otro de los desafíos a resolver? 

Si, porque claramente esas deficiencias encarecen. Vicuña inició hace aproximadamente un mes, la construcción de un camino de 250 kilómetros y también el tendido eléctrico. Estamos hablando de una inversión que va a estar sobre los US$700 millones. Es enorme, pero una de las grandes deficiencias que tenemos como país es la falta de infraestructura para toda la industria. En San Juan tenemos el cobre y algunas de estas operadoras están dispuestas a hacer las inversiones en infraestructura para generar la extracción. 

¿Es necesario mirar la minería no solamente como generadora de divisas, sino como una palanca para un desarrollo integral? 

Totalmente. Una de las cosas importantes a entender, es que este yacimiento está radicado en Iglesia y la mayoría de los proyectos están en departamentos alejados, donde los jóvenes emigran por  la falta o ausencia de oportunidades. Esto viene a trabajar en esa contención social, porque ahora van a existir posibilidades laborales y de desarrollo y  va a impulsar un dinamismo económico y nivelar para arriba en materia educativa. Las escuelas técnicas eran las menos buscadas en nuestra provincia y ahora son las más requeridas. La gente busca capacitarse porque entiende que así va a tener mejores oportunidades y mayores sueldos muy probablemente. 

Lógicamente también habrá oportunidades para el comercio sanjuanino…

Por supuesto, hasta el kiosco de la esquina se verá favorecido porque estamos hablando de gente que cobra un sueldo tal vez de $500.000 y podrá pasar  a sueldos mínimos de $2 millones. Esas personas, que viven con un montón de carencias, tal vez no pueden comprar un televisor, una buena cama, un auto o comer mejor y van a tener esas oportunidades. De ese modo el comercio empieza a crecer. Lo vivimos cuando se inició Pascua Lama, el sector comercial creció muchísimo en la provincia. La mejora de ingresos derrama no solo a sectores industriales, sino en el comercio, la construcción y es muy importante. El crecimiento de San Juan de las últimas décadas, tuvo muchísima relación con la minería. 

Seguramente va a impactar también sobre el turismo, el Valle de la Luna y otros atractivos que tiene la Provincia…

Va a ser así. Cuando teníamos 18 años y la posibilidad de estudiar una carrera universitaria, queríamos ir a Córdoba, Buenos Aires, Mendoza,  porque nuestra provincia estaba chata, carecía de posibilidades. Prácticamente el 70% de la gente  trabajaba en el Estado. Era una provincia terminal, no era de paso a ningún lado… Si alguien venía era para visitar a un pariente. En 20 años eso se revirtió notablemente. Hoy los jóvenes se quieren quedar, generar, crear empresas, tienen una visión totalmente distinta. La minería nos dio esta importantísima oportunidad.  Hace unos días, en ARMINERA, muchas empresas nos expresaron que tienen ganas de radicarse y eso es fundamental, porque cuando una operadora necesita algo, lo necesita para ayer. Es clave estar en el lugar y el sitio adecuado es San Juan.