Cada mitad de año trae consigo uno de los momentos más esperados para millones de trabajadores: el cobro del aguinaldo. Ese ingreso adicional puede durar apenas 48 horas o, si se lo gestiona con inteligencia, puede generar beneficios durante 48 meses. La clave está en cómo se lo utiliza. ¿Es solo un alivio momentáneo o puede ser el punto de partida para un cambio estructural en las finanzas personales?
En una economía que estimula el consumo inmediato —descuentos, cuotas, promociones— el desafío es ir a contramano y pensar en el ahorro como una herramienta estratégica. Según Simplestate, plataforma de ahorro e inversión de Latinoamérica, esta es una problemática real: “Vivimos en un sistema diseñado para que el dinero se vaya rápido y no para generar conciencia de ahorro”, explican desde la compañía.
Un análisis reciente de Simplestate muestra que durante el último año el 38 % de sus usuarios activó la función de auto-ahorro, multiplicando por 4,6 sus aportes mensuales. Además, el 72 % decidió invertir en al menos un activo real: desde fracciones de propiedades hasta instrumentos en dólares. “Esto confirma una necesidad, el usuario quiere ahorrar, pero necesita herramientas claras, simples y acompañadas”, remarcaron desde la empresa.
Gonzalo Abalsamo, cofundador y CEO de Simplestate, sostuvo que “es un momento importante para repensar el rol del aguinaldo, no como un simple plus para gastar, sino como una herramienta concreta para empezar a construir un ahorro planificado y accesible”. Y agregó que “desde siempre, quienes buscan ahorrar no lo hacen solo por acumular dinero. Lo hacen porque hay algo más importante detrás: tranquilidad, objetivos de vida, proyectos personales. Ahorrar bien es ahorrar con propósito”.
¿Cómo transformar el aguinaldo en una inversión?
Desde Simplestate explican que ahorrar de manera inteligente implica elegir instrumentos que combinen tres factores fundamentales: seguridad, accesibilidad y rentabilidad. Esto permite que cualquier persona pueda alcanzar sus metas, ya sea viajar, comprar un vehículo o pensar en la jubilación.
“Usar el aguinaldo para darte un gusto no está mal. Pero usar una parte para construir un futuro más sólido es mucho mejor”, señalaron desde la plataforma. La pregunta entonces cambia de eje: ¿qué pasaría si ese dinero que suele gastarse en pocas horas se transforma en una inversión que crezca durante años?
En este sentido, Simplestate propone un enfoque distinto: convertir el impulso de consumo en un plan financiero concreto. Su herramienta principal es la alcancía digital, una forma de ahorro programado que permite invertir desde $50.000 pesos, en plazos de 12, 14, 36 y 48 meses, con retornos de hasta un 12 % anual en dólares. Los fondos están respaldados por un portafolio de más de 100 propiedades, y el sistema funciona con interés compuesto, generando rentabilidad mes a mes.
Para quienes no se sienten cómodos con instrumentos como bonos, acciones o Cedears, esta opción se presenta como una alternativa segura y tangible. “Lejos de ser un hábito antiguo, invertir en una alcancía se convierte en la mejor manera de ahorrar a mediano y largo plazo”, explicaron.
Ahorrar no significa renunciar al presente. El enfoque, según Abalsamo, debe ser el equilibrio. “El aguinaldo puede cambiarte el año si lo usás estratégicamente. No se trata de dejar de disfrutar, sino de equilibrar: una parte para hoy, otra para mañana”, concluyó.
