Ocurre en las cadenas supermercadistas, un porcentaje inferior respecto de otros países ya que, por ejemplo, en el Reino Unido asciende al 48 por ciento, en Holanda al 42 por ciento y al 20% en los Estados Unidos.
El segmento de marcas propias se encuentra en una fase de desarrollo en la Argentina, y representantes del comercio minorista afirman que es una alternativa interesante para reducir el gasto de una familia.
“Las marcas propias se destacan en los rubros de alimentos y congelados”, afirmó Ariel Martinez, gerente de la consultora de consumo Kantar Worldpanel, y explicó que el ahorro que logra un hogar al comprar una marca propia respecto de una marca líder es del 35% en café instantáneo, en papas fritas del 43% y en pasta dental del 55%.
Martínez agregó que “en un contexto de incrementos de precios e incertidumbre sobre los ingresos futuros, los hogares priorizan estrategias que les permitan optimizar el rendimiento de su dinero como ir menos veces a comprar, incorporar marcas propias a su canasta y buscar constantemente promociones”.
Las primeras marcas pierden participación, mientras que las marcas propias -del distribuidor-, crecen más allá del discount (supermercado de descuento) y en todos los niveles socioeconómicos, al presentarse como la opción más atractiva en cuanto a desembolso ayudando a los hogares a ahorrar.
