Durante esta semana llegó al país la que iba a ser la misión para la primera revisión del nuevo acuerdo de abril de este año. Al momento de ver todos los datos de la “contabilidad creativa” que se le quiso mostrar, luego el gobierno comenzó a solicitar no ser auditado hasta el año próximo.
El problema que se suscita con esto es que el FMI en base a esta revisión, originariamente prevista para el 13 de junio pasado, tiene que liberar un monto aproximado a los US$2.000 millones para tratar de llegar a la elección de medio término porque luego de ella debe liberar en la totalidad los mercados -de acuerdo a lo firmado en el convenio-. Aunque desde el mismo 14 de abril próximo pasado tiene presión sobre el tipo de cambio puesto que está interviniendo desde ese mismo día con bonos del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) por un valor cercano a los US$4.000 millones e incluso también en el mercado de dólar futuro por otros US$2.000 millones -reconocido por el mismísimo vice ministro de Economía de nuestro país, de nacionalidad chilena, José Luis Daza.
En otro de los renglones de la revisión se encuentran la creación de Bopreales, los cuales el mismo organismo internacional exigió que no se creen más ya en 2024, para cambiar deuda en pesos por deuda en dólares.
Aunque el más complejo de todos los incumplimientos es la no acumulación de reservas brutas del BCRA salvo por el alquiler de reservas en base a créditos internacionales hasta el momento del 24 al 26 de junio que los productores del campo liquidaron cerca de US$500 millones puesto que a fecha 26 y 27 de esta semana debieron pagar ganancias y bienes personales por el período 2024. Volviendo el viernes 27 a tener caída de reservas por US$75 millones y llevando el dato desde el 14 de abril a hoy a US$3.3MM.
Observando este desastre y lo poco que se tuvo en cuenta lo firmado en abril pasado, es que la misión terminó expresando “seguimos conversando en muy buenos términos con Argentina”. Resultado de esto son directamente la no remisión de los US$2 mil millones de junio y dejar el acuerdo en suspenso porque, si no, el informe de incumplimiento sería nefasto para el Gobierno y preventivamente para no tensar relaciones con Estados Unidos.
Lo que llega desde el 1º de julio próximo es la suba de retenciones al campo, incluso, a niveles superiores a los que regían antes de la baja transitoria ya que antes de la reducción la soja poseía una retención del 31% y la suben a 33%; por lo cual desde la Mesa de Enlace, salvo una parte de la Sociedad Rural Argentina, comunican que no van a liquidar más exportaciones hasta noviembre como mínimo.
Con los datos anteriores tenemos que entender que el FMI tendría que otorgar un triple waiver y cortar relaciones a partir de aquí con la consecuencia de la caída abrupta de este plan financiero, en cambio haciendo lo que hicieron generan que esa caída exista pero no sea tan estrepitosa.
En la calle tenemos un riesgo país que no baja de alrededor de los 700 puntos básicos y presión sobre el tipo de cambio, incluso sobre los criptos y se sospecha que la caída de reservas se debe también en parte al sistema de manos amigas que se estaría ejecutando con empresas de familiares de la administración; pero sobre todo, con la población trabajadora que cada vez tiene más mes al final del sueldo pero con mucho endeudamiento de las familias con las tarjetas de crédito estalladas y créditos con aumento de la morosidad en sus repagos consecuencia de haber dolarizado los servicios públicos y no los sueldos como prometieron en su campaña electoral.