En el marco de los fuertes cambios que atraviesa la economía argentina desde la asunción de Javier Milei, la industria nacional y en particular las PyMEs, enfrentan un panorama plagado de incertidumbres pero que, al mismo tiempo, abre nuevas oportunidades.
El momento aconseja estimular la imaginación y optimizar la eficiencia, conceptos que identifican a Prelast, empresa familiar de Rosario que conduce Darío Acevedo. Con más de 30 años en el mercado, la compañía aporta soluciones personalizadas a cada tipo de industria y se caracteriza por brindar desarrollos de caucho, poliuretano y cerámica a empresas de todo el país.
Luego de su activa participación en Arminera 2025, Esteban Giandomenico, Gerente Comercial de la PyME rosarina, dialogó con Ser Industria Radio, donde se refirió a los desafíos que presentan la minería y el desarrollo del oil & gas para la producción argentina.
Asimismo, hizo un repaso por la amplia variedad de servicios que ofrece Prelast a las distintas ramas de la actividad de la industrial.
¿Cuáles son los aportes que brindan a la cadena de valor industrial?
Prelast tiene cuatro formas de aportar a la industria. En primer término, realiza todo tipo de revestimiento industrial. Por ejemplo, cuando comprás un sofá para tu casa, lo más probable es que tenga una funda que se puede retirar, lavar, cambiar. Es una de las cosas que hacemos. Por otro lado, también puede pasar que una pieza de alguna máquina esté fallando o requiera ser cambiada. Prelast trabajando con caucho o derivados del caucho, genera esa pieza y su repuesto para cuando necesite ser reemplazada. Eso es posible si tenés la planimetría de la pieza. Si no la tenés, podemos hacer ingeniería inversa, es decir, desde la pieza nueva nosotros recreamos el plano, creamos la matriz y quedás con la seguridad de que, cuando esa pieza necesite reemplazo, la podremos generar con las mismas características. Y cuando hay piezas delicadas o es muy engorroso trasladarlas, vamos al lugar y hacemos el trabajo in situ. Esto aplica a cualquier tipo de industria,
¿Con qué ramas trabajan?
Trabajamos principalmente con puertos y minería, pero también con petroquímica, siderurgia, agroindustria, con cualquier tipo de industria que pueda necesitar la asistencia a la que hice referencia.
Este abanico permite generar actividades diversas, en un momento difícil…
Claro, da una amplitud importante. En los puertos fluviales y marítimos, hacemos las defensas de óptima calidad pero allí también trabajan máquinas y podemos hacer revestimiento industrial o el reemplazo de piezas. Cuando visitamos una industria, encontramos un montón de posibilidades de trabajo en conjunto, porque somos un “bien necesario”.

¿Las defensas son claves, porque los barcos son cada vez más grandes?
Exactamente. Hemos trabajado con los puertos de Quequén, Rawson, Madryn, Renova, Ternium y Siderca, que tienen sus propios puertos y la defensa es clave para evitar daños en la estructura de los muelles o el mismo barco.
Estuvieron en Arminera, ¿cuál es la evaluación?
Este año tuvo el mayor registro de empresas y asistentes en la historia del país. Creo que la minería está llamada a liderar el proceso industrial argentino. Se encuentra en muy buena posición para despegar. Las condiciones macroeconómicas del país se han transformado de una manera que favorece las inversiones externas. Compartimos la cordillera de Los Andes con Chile, país que tiene una industria minera muy desarrollada y eso significa que nuestras posibilidades son ciertas. La feria contagió una gran expectativa, volvimos muy conformes.
Teniendo en cuenta la experiencia de los proveedores chilenos, ¿los argentinos deberán prepararse bien para ser competitivos?
Actualmente, la industria minera argentina es chica, pero tiene muchísimo para crecer. Eso puede suceder en dos, tres, cuatro años, pero hay que prepararse ahora. Si hay alguna empresa que quiere ser proveedora de la minería, tiene que empezar ya mismo, porque en unos años ya será tarde. Puede haber interés de empresas de Chile o Perú, por eso debemos posicionarnos correctamente y estar listos para el despegue de la industria minera argentina. El momento de trabajar es ahora, sin lugar a dudas.
Uno de los centros de atención fue el Distrito Vicuña, donde descubrieron un gran yacimiento de oro, plata y cobre, tras 15 años de exploración…
Los tiempos de la minería no son breves, es una industria compleja. Implica a una gran cantidad de profesionales desde la exploración, la construcción y la explotación. En Vicuña hay una oportunidad histórica, para San Juan, el país y las PyMEs proveedoras de servicios. Es importante saber que la industria minera, por definición, siempre va a beneficiar al trabajo y a los proveedores locales. Vicuña es ejemplo del potencial que tiene nuestra minería.
Te saco del eje para consultarte por la situación que viven las PyMEs. ¿Cómo la definirías?
Es un momento difícil, incómodo, de replanteos, que empuja a generar nuevos negocios y estar más atentos que nunca. Los negocios están, se siguen haciendo, pero quizás uno debe dejar atrás la vieja receta y estar más activo. En Arminera hablé con empresas que decían “nunca fuimos proveedores de la minería”. Fueron a interiorizarse y a ver cómo aprovechar esta oportunidad. Es un ejemplo de una PyME que, debido a la situación actual, está buscando nuevos horizontes. Creo que es un momento donde tenemos que dejar la zona de confort y analizar todas las posibilidades que existen para desarrollar negocios.
Además hay una explosión en el desarrollo de gas y petróleo. ¿Se acercaron a ese sector?
Sí, trabajamos con la industria petroquímica y hemos asistido a reuniones para conocer el potencial de Vaca Muerta. Por ubicación, van a priorizar al proveedor local, pero no tengo ninguna duda que es el momento de pensar en Vaca Muerta y estar viendo la manera de llegar y establecerse. Nos comentaron sobre el parque industrial que se está desarrollando, cerca de Vaca Muerta y es algo a tener en cuenta para empezar a trabajar. Si uno quiere ser proveedor, debe tomar decisiones ya.
¿Están pensando abrir oficinas en Neuquén?
Sí. Obviamente que no vamos a construir la nave principal, que va a seguir en Rosario, pero de alguna manera habrá que tener algún depósito o taller. Es el pensamiento que debe tenerse hoy, buscando nuevos negocios, porque la etapa de la comodidad se terminó.