La Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (UTEP) advirtió que desde el inicio de la cuarentena 7.000 personas se sumaron al consumo de viandas, que hasta entonces asistía a 10 mil marplatenses en 200 puntos. Mientras se aguarda un aporte del municipio, el gobierno nacional reforzó la entrega de alimentos.
La UTEP administra 200 comedores en distintos barrios de Mar del Plata y advierte que la demanda de alimento es cada vez más intensa. Antes del inicio de la cuarentena daban comida a 10.000 personas y actualmente las viandas que entregan le permiten comer a 17.000 marplatenses.
Martín García, referente de la Ctep, una de las 14 organizaciones que conforma la unión, expresó que muchos trabajadores y trabajadoras “tienen que quedarse en sus casas y no pueden salir a ganarse el mango. Venimos acompañando esas situaciones para poder generar una contención alimentaria”.
Detalló que los sectores más vulnerables vienen de cuatro años muy duros por las políticas implementadas y que esta situación agravó a partir de la cuarentena por la pandemia. Agregó que a muchas personas que subsistían con changas a quienes “hoy se les hace muy difícil sobrevivir”.
El dirigente indicó que el gobierno nacional acordó con los merenderos y comedores de la Utep entregar un refuerzo alimentario. No obstante, plantearon la necesidad de que la municipalidad también dé respuestas. Más allá de la creación de un comité de emergencia para abordar la problemática, las organizaciones se quejaron porque hay “muy poca respuesta por parte del municipio. Hay una emergencia alimentaria que lo habilita a comprar comida”, señaló García.
Uno de los reclamos puntuales es que el municipio les garantice “insumos mínimos de higiene y limpieza” a las mujeres que están a cargo de los comedores. “Eso se viene planteando en los comités barriales de emergencia. No solo las organizaciones, sino la Iglesia y escuelas estamos trabajando en conjunto”, indicó.
Por otro lado, el dirigente habló de la situación de aislamiento social en los barrios más humildes. Allí muchas familias numerosas habitan viviendas precarias. Afirmó que en esas zonas “la cuarentena se hace más en los barrios y no tanto en las casas”.