La referente en Consumo del Frente Renovador, Liliana Schwindt, cuestionó al Gobierno Nacional por el nuevo tarifazo a los servicios de luz y de gas. En dos años, la gestión de Cambiemos aumentó, en promedio, más de 500% la electricidad y más de 400% el gas.
“Es muy difícil la situación, y todavía faltan otros aumentos que se determinaron en las audiencias públicas, por lo que todo va a empeorar. Lo que ellos llaman ‘gradualismo’ es aumentar considerablemente las tarifas, dos veces al año. Gradualismo sería un aumento acorde con el aumento salarial y las paritarias. Subió todo, el transporte, la nafta, las prepagas, los alimentos sin control. En los primeros 2 meses, dato de INDEC, la inflación fue de 4,2%. Con ese escenario, que el Gobierno le ponga un techo a paritarias del 15% es inadmisible e ilógico. Plancharon los salarios, pero no pueden frenar la suba de los precios”, expresó la exdiputada nacional.
“En el caso alimentos, ya no hay excusas. A fin de año, se votó la Ley de Defensa de la Competencia, tienen las herramientas para controlar la cartelización y el abuso de los formadores de precios”, agregó.
Y continuó: “Desde hace tres años que, junto con Sergio Massa, venimos advirtiendo por el mal manejo que hace el Gobierno del tema tarifario y el daño que le está provocando a los argentinos. Ellos querían frenar la inflación, pero están cada vez más lejos de cumplir con esa promesa. Es el mismo gobierno cuando le permite a los empresarios que apliquen tarifazos, que aumentan el índice inflacionario. Tienen mentalidad de empresarios, no les importa la gente”.
Schwindt, expresidenta de la Comisión de Defensa del Consumidor en Diputados también se refirió a la situación en el interior de Buenos Aires: “Pasa en Bolívar y en toda la Provincia. Las cooperativas eléctricas están preocupadas por la capacidad de pago de los usuarios y apoyan los reclamos de comerciantes, Pymes y consumidores, porque saben que ya no se puede justificar semejante ajuste que quiere seguir haciendo el Gobierno. Están destrozando a los pueblos. Cierran comercios, Pymes y fábricas, y la gente se está quedando sin trabajo”.
“Siguen autorizando aumentos y obligando a la gente a que se arregle como pueda. Se viene la suba del agua, AySA pide un 26%, y en el interior es peor, acorde a cada distribuidora. En abril, suben el transporte y el gas, cerca de un 40%; y lo único que le han ofrecido a los usuarios hasta ahora es una Tarifa Social, que no alcanza, y la facturación en cuotas. Desorganizaron la economía familiar de los usuarios. Para esconder el tarifazo, antes de las elecciones, en el mes de agosto, ENARGAS emitió una resolución que indicaba como medida excepcional una modalidad de pago diferido ‘para facilitar la cancelación de las facturas de los consumos de invierno’. Es decir, cada factura se podía pagar un 50% antes de las elecciones y el resto justo después de la votación”, finalizó Schwindt.