El anuncio fue realizado en una conferencia de prensa en la Casa Rosada por el ministro de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, Claudio Moroni, quien explicó que el incremento salarial para trabajadores del sector privado que se encuentren en relación de dependencia comenzará a pagarse en los sueldos de enero con una cuota de 3000 pesos y se completará con otra de 1000 en febrero.
El ministro insistió en que “no es un bono, sino que queda incorporado a los salarios a cuenta de lo que se negocie en paritarias” y aseguró que el objetivo es “impulsar la recuperación de los salarios de los sectores más vulnerados”.
“Las micro, pequeñas y medianas empresas que cuenten con Certificado MiPyME estarán eximidas del pago de las contribuciones patronales previsionales aplicables al aumento por tres meses o mientras el incremento sea absorbido por las negociaciones paritarias”, informaron desde el Ejecutivo
“Con esta medida, 1.300.000 trabajadores logran recuperar la totalidad del poder adquisitivo perdido durante 2019. Esto es aproximadamente el 20 por ciento del total de los trabajadores”, señaló el ministro.
“En 10 de los 20 convenios colectivos de mayor cobertura, es decir, de los que mayor cantidad de personal tienen, la suma fija permite recuperar todo el poder adquisitivo perdido en 2019. Estos son: construcción, entidades deportivas, estaciones de servicios, encargados de edificios de renta, alimentación, metalúrgicos, seguridad, sanidad, pasteleros y cuero”, detalló.
Además, consideró que “tendrá un efecto dinamizador de la demanda, porque se incrementará la masa salarial en 20.000 millones de pesos”.