A través del decreto 624/2020, el Gobierno Nacional extendió por 60 días la prohibición de despedir trabajadores sin justa causa y por las causales de fuerza mayor o disminución de la demanda de trabajo. También, prorrogó por el mismo lapso de tiempo la prohibición de suspender trabajadores.
La medida que regirá hasta el próximo 30 de septiembre, solo se aplican a contrataciones realizadas con anterioridad a su entrada en vigencia y no alcanza a los trabajadores de la Administración Pública Nacional.
La normativa se da en un contexto de emergencia pública en materia económica, financiera, fiscal, administrativa, previsional, tarifaria, energética, sanitaria y social establecida por la cuarentena obligatoria para contrarrestar el coronavirus.
En sus considerandos afirma que “resulta indispensable continuar garantizando la conservación de los puestos de trabajo por un plazo razonable, en aras de preservar la paz social”.