Desde la Asociación Latinoamericana del Acero (Alacero) manifestaron una fuerte preocupación por el anuncio del Gobierno de los Estados Unidos de incrementar hasta el 50% los aranceles a las importaciones de acero, en el marco de la Sección 232 de su legislación comercial. Según el organismo, esta decisión no solo profundiza las distorsiones en el comercio internacional, sino que también pone en riesgo las cadenas de valor que América Latina y Estados Unidos construyeron durante décadas.
“América Latina no representa una amenaza para el mercado estadounidense. Por el contrario, la región siempre ha sido un impulsor del desarrollo en las Américas y un defensor del comercio justo”, expresaron desde Alacero, que reúne a las principales siderúrgicas del continente.
La entidad señaló que esta acción unilateral por parte de Washington, lejos de atacar las verdaderas causas del problema global del acero —como la sobrecapacidad productiva atribuida principalmente a China y otras economías del sudeste asiático—, daña relaciones comerciales estratégicas con países que, en algunos casos, incluso importan más acero desde Estados Unidos del que exportan.
La entidad advirtió que países como México y Brasil abastecen segmentos críticos de la demanda industrial estadounidense, los cuales Estados Unidos no podrá cubrir localmente en el corto plazo.
Un llamado a reforzar las cadenas regionales
Frente a esta nueva barrera comercial, Alacero volvió a insistir en la necesidad de consolidar una cadena de abastecimiento regional entre América Latina y Estados Unidos, que permita mejorar la competitividad frente a prácticas desleales como los subsidios industriales y la sobreproducción.
“Así como ocurrió en 2018, creemos que tenemos la capacidad de demostrarle al gobierno de Estados Unidos que la mejor estrategia es reducir los aranceles a los países de América Latina”, señalaron.
En ese sentido, remarcaron que el acero producido en la región no solo cumple con estándares de calidad internacional, sino que además tiene una de las menores huellas de carbono del mundo, lo que convierte a la industria siderúrgica latinoamericana en un actor clave para una transición energética justa y sostenible.
Un sector estratégico que genera empleo
La industria del acero en América Latina genera cerca de 1,4 millones de empleos directos e indirectos. Por eso, desde Alacero destacaron que cualquier medida que afecte negativamente su desarrollo tendrá un impacto significativo en la estabilidad económica y social de varios países del continente.
“Reafirmamos nuestra disposición al diálogo con gobiernos, empresas y organizaciones para impulsar soluciones constructivas que prioricen el desarrollo regional y el fortalecimiento de industrias estratégicas como la del acero”, concluyó el comunicado.
Con este pronunciamiento, la Asociación Latinoamericana del Acero busca abrir canales de negociación y evitar que una escalada arancelaria afecte aún más a un sector sensible, que cumple un rol clave en la integración productiva del hemisferio.