La industria cumple un rol central en el crecimiento económico y la generación de empleo, pero su desarrollo requiere un compromiso firme con la sostenibilidad. Integrar prácticas responsables en los procesos productivos no solo contribuye a preservar los recursos naturales y reducir el impacto ambiental, sino que también impulsa la innovación, mejora la competitividad y responde a consumidores cada vez más conscientes.
En un contexto global marcado por la crisis climática y la necesidad de mayor equidad social, lograr un equilibrio entre el progreso industrial y el cuidado del entorno se vuelve clave para construir un futuro verdaderamente sostenible.
De cara a la Segunda Jornada de Industria y Desarrollo Sostenible, organizada por serindustria.com.ar junto a la Universidad Católica de La Plata, lanzamos una serie de entrevistas para conocer nuevos modelos empresariales que buscan repensar la relación entre crecimiento, producción y ambiente. Uno de esos casos es Naaloo, startup argentina de soluciones digitales para recursos humanos, que desde su nacimiento eligió integrar criterios ESG (ambientales, sociales y de gobernanza) en cada una de sus decisiones.
En ese sentido, el fundador y CEO de la compañía, Francisco Costa, destacó varias de las iniciativas que implementan. Entre ellas, un modelo de trabajo flexible con equipos híbridos y 100 % remotos, que reducen significativamente las emisiones por traslados. También utilizan servicios en la nube verde, servidores que operan en data centers certificados con energías renovables.
Además, optimizan cada desarrollo tecnológico: el código y los recursos están diseñados para consumir el mínimo posible de CPU y ancho de banda. Sus oficinas son eco-friendly, con iluminación LED, sensores de movimiento y mobiliario reciclado en sus hubs.

Una de las acciones más destacadas es el Bosque de Naaloo, que en su primera etapa contempla la plantación de 10.000 árboles. “Plantamos un árbol por cada nueva empresa que nos contrata, con campañas de co-donación para que los clientes sumen más ejemplares”, explicó Costa. Cada cliente recibe un certificado personalizado y una invitación a participar en las jornadas de plantación.
Otras medidas sostenibles
Aunque aún no cuentan con una certificación externa de huella de carbono, Costa señaló que realizan un recuento anual interno de emisiones de Alcance 1 y 2 y una revisión semestral de eficiencia energética en servidores y oficinas. “Estos datos alimentan nuestros OKR y planes de mejora continua. En Naaloo, la sostenibilidad define todas nuestras decisiones, incluso antes de estandarizar procesos”, subrayó.
Los insumos también siguen esa lógica. El 90 % del mobiliario y la papelería de emergencia son reciclados o cuentan con certificación FSC. Además, el 100 % del merchandising es reciclable o biodegradable. La mayoría de los proveedores son seleccionados por sus propias políticas ambientales. Actualmente, la empresa está en proceso de obtener la certificación B Corp para validar externamente su compromiso ESG.
Todo en Naaloo es monitoreado y optimizado: desde el uso del agua hasta el consumo energético. Entre las iniciativas internas figuran sensores inteligentes, grifos de bajo flujo, dispensers eco-refill, desafíos trimestrales ‘Naaloo Green Tips’ y un dashboard de impacto disponible para sus clientes.
En muchas compañías, la sostenibilidad aparece como una meta a largo plazo. En Naaloo, fue el punto de partida. “Diseñamos cada módulo y política con criterios ESG integrados. Nuestra primera acción fue el Proyecto Bosque de Naaloo, que ya supera los 2000 árboles plantados y sigue creciendo. Apoyamos a ONG como Médicos Sin Fronteras, a quienes donamos un porcentaje de nuestra facturación. También colaboramos con la digitalización de escuelas rurales. Las empresas no solo optimizan recursos humanos, sino que construyen una red con impacto social, económico y ambiental medible”, afirmó Costa.
Un cliente, un árbol
Asignar parte del presupuesto a sostenibilidad implicó resignar inversiones en otras áreas. Para resolverlo, decidieron integrar ese compromiso en su propuesta de valor. Así, cada nueva suscripción financia el Bosque de Naaloo, permitiendo que las PyMEs que contratan sus servicios participen -directa o indirectamente- en el proyecto. “Actualmente sumamos entre 60 y 70 empresas nuevas por mes, escalamos crecimiento y sostenibilidad de la mano”, destacó Costa.
En ese camino, se aliaron con la ONG Reforestar Argentina, lo que garantiza una supervivencia superior al 90 % de los árboles plantados y mejora la logística del programa.
El compromiso interno también es clave. “Embajadores Verdes” es una iniciativa en la que colaboradores voluntarios proponen y lideran acciones mensuales. Además, la empresa ofrece formación continua a través de webinars y talleres sobre economía circular, cambio climático y huella personal.
En cuanto a los valores que sostienen estas acciones, Costa subrayó “la responsabilidad de asumir el impacto de cada decisión” y la importancia de una mirada a largo plazo al “sembrar hoy para tener un planeta sano mañana e involucrar a todo el ecosistema en soluciones conjuntas”.
Una visión de largo alcance
Mirando el futuro, la visión de Naaloo es ambiciosa. “En 10 años imagino una empresa carbono neutral-positiva, con proyectos propios de energías renovables que generen excedentes verdes”, proyectó Costa. Entre sus metas figura alcanzar un Bosque de Naaloo con 100.000 árboles, en alianzas que aseguren su cuidado y expansión.
También aspiran a convertirse en un hub de sostenibilidad: un espacio donde empresas, ONG, proveedores y colaboradores se conecten para gestionar y escalar proyectos de impacto económico, social y ambiental. La idea es construir un ecosistema de impacto compartido, donde cada organización pueda cofinanciar campañas, reportar avances en tiempo real y multiplicar su efecto positivo.
“Para 2035, habremos impulsado cientos de proyectos colaborativos, movilizado inversionistas de impacto y consolidado una red de miles de empresas unidas por el propósito de transformar el mundo a través de la sostenibilidad compartida”, concluyó Costa.