Los habitantes de la isla de San Antonio de Apipé, ubicada frente a la localidad de Ituzaingó y a la represa de Yacyretá, vivieron en las últimas semanas una situación grave, donde un buque de la armada paraguaya bajó a la isla para secuestrar una lancha de pescadores correntinos.
Fuertemente armados, militares paraguayos pisaron territorio argentino y sin respetar los protocolos y violando la soberanía argentina, decidieron secuestrar una lancha argentina que pescaba en aguas paraguayas, debido a que supuestamente sus tripulantes no habrían querido abonar un apócrifo canon.
La propia intendenta de la isla correntina, Mónica Romero, fue la que denunció el hecho, señalando que pidieron una audiencia en la cancillería argentina ante lo que consideran una seria violación de la soberanía argentina. “Descendieron como si se trataba de territorio paraguayo, saludaron a un prefecturiano y después se llevaron la lancha que venían siguiendo, es algo increíble”, explica la intendenta de Apipé Grande, Mónica Romero, sin salir de su asombro.
Este tema no es nuevo, en reiteradas oportunidades, los acorazados de la Marina paraguaya amedrentaron a los habitantes de la isla a partir de una actitud desafiante. Poniendo sus buques de guerra con el armamento a la vista, muy cerca de la costa de la isla argentina.
A partir de un video captado a través de un teléfono celular, se “muestra algo que no debería suceder. La verdad es una vergüenza, no es la primera vez que ocurre. Hay un manoseo a los isleños y abandono en realidad, porque no pueden venir fuerzas de otros país a proceder de esta manera en nuestras tierras”, dijo la intendenta Romero, que hace tiempo viene denunciando el comportamiento de la Armada de la República del Paraguay.
Esta situación preocupa al Gobierno nacional y ponen en una situación difícil las relaciones con el país vecino.
“Nos molestó mucho que el prefecturiano que aparece en la imagen no haya reaccionado, que no haga nada, que no les diga nada. Como que no tenemos derecho a nada y estamos expuestos a cualquier cosa. Ahora estamos esperando la audiencia con Cancillería, iré yo, el viceintendente y los concejales a esa reunión que será esta semana en Buenos Aires. Hablé con el ministro de Coordinación de la Provincia, Eduardo Vischi y él se está ocupando del tema”, indicó la jefa comunal.
Asimismo los habitantes de Apipé expresaron que esta situación se habría debido a que la lancha en cuestión no habría pagado el canon que exigen los militares paraguayos para permitir la pesca en épocas de veda. De hecho, en el audiovisual que se viralizó a través de la red social Facebook, se ve cuando se paga un monto dinerario y la milicia abandona la isla devolviendo la embarcación en cuestión.
Supuestamente se pagó una multa de 2.000 pesos por parte de la Municipalidad a las autoridades paraguayas, que tácitamente admitieron el procedimiento.
“Eso nos sirve como documento, ya que ellos habían procedido a secuestrar la lancha; tenemos el acta de que pagamos. Esta gente que se había quedado sin su lancha, tiene hijos, pescaba para su propio sustento y vendía otro tanto para sobrevivir, siempre lo hicieron así, no a gran escala”, expresó Romero según publica el diario La República.
En la isla es vox populi que la Armada paraguaya custodia celosamente los tres kilómetros de exclusión para la pesca por la represa de Yacyretá, pero al mismo tiempo custodian a cientos de pescadores paraguayos que depredan la fauna ictícola en el mismo lugar. Dicen que las leyes y las normas solo son aplicadas para los pescadores argentinos.
Un conflicto de larga data
Por un error de la Cancillería argentina cuando se firmaron los convenios para la construcción de la represa de Yacyretá, se fijaron los límites entre los países de esta manera irregular. Apipé es territorio argentino, pero las aguas que la rodean son de soberanía paraguaya. El desafío de ahora en adelante será intentar enmendar esta situación que lleva a que los habitantes de la isla se sientan constantemente amenazados por la fuerzas armadas paraguayas, que custodian esas aguas.
Quizá este exabrupto sirva de disparador para llegar a un acuerdo que evite las situaciones tensas que se dan entre paraguayos y correntinos en esa zona limítrofe.