De acuerdo al informe elaborado por el Centro de Estudios Económicos “Orlando José Ferreres”, el nivel general de actividad registró un crecimiento de 2% interanual en noviembre, acumulando para los once meses transcurridos del año una expansión de 4,9%. Por su parte, la medición desestacionalizada mostró una merma de 0,3% respecto al mes precedente.
Con un crecimiento anual estimado en 2%, el IGA-OJF observó para noviembre la menor tasa de crecimiento desde febrero de 2021, último mes que se compara con la pre-pandemia. A su vez, por octavo mes consecutivo, el índice desestacionalizado alterna variaciones mensuales positivas seguidas de negativas.
La caída de 0,3% del décimo primer mes es una confirmación más del período de estancamiento económico que está atravesando la economía local. Así, la medición de diciembre debería mostrar un crecimiento desestacionalizado de 1% tan solo para igualar el nivel que mostraba el índice en diciembre de 2021.
En el detalle sectorial, el desplome del agro tuvo por mucho la mayor incidencia negativa, efecto compensado principalmente por el sector de servicios, particularmente por el comercio que en noviembre anotó el mayor crecimiento anual.
Para el cierre del año y el primer trimestre de 2023, las perspectivas son modestas. “Con limitaciones a la importación y una muy magra cosecha de trigo no debería sorprender un mayor freno a la actividad económica en los próximos meses”, sostiene el informe.
Finalmente, para el cierre del año el IGA-OJF probablemente muestre un crecimiento levemente por debajo del 5%, mientras que la estimación del INDEC quedará probablemente ubicada por encima del 5,5%.
Agricultura y ganadería: el impacto de la sequía llevó al sector agrícola a anotar el desplome más grande desde que comenzó a elaborarse esté índice en 1994. Con una caída para noviembre de 35,5% supera por poco los registros negativos observados en 2009 y 2018. En su conjunto, el sector agrícologanadero muestra una contracción de 18%, acumulando para los once meses en análisis una baja de 2,7%.
La actividad industrial registró en noviembre una suba de 2,2% al comparar con igual mes del año pasado, acumulando para los once meses un avance de 4,1%. La medición desestacionalizada del IPI-OJF, por su parte, mostró una suba de 0,8% luego de la baja de 0,4% de octubre, gracias principalmente a la mayor producción que mostró el sector oleaginoso.
Por su parte, la construcción anotó una expansión de 3,8% en la medición anual, variación que resulta la más baja desde diciembre de 2020 y quedando por debajo del comercio, que fue el de mayor crecimiento en noviembre. En términos acumulados, la construcción muestra una mejora de 9,5% al comparar con los primeros once meses de 2021, siendo superada solo por Minas y Canteras.
Justamente, la actividad en Minas y Canteras anotó en noviembre un avance de 3,3% anual, cifra mucho menor a los crecimientos de dos dígitos que veníamos registrando para este sector. Entre las ramas, la extracción de petróleo crudo mostró un avance de 10,4%, mientras que la producción de gas tuvo una contracción de 1,1%, la primera luego de 18 meses, debido en parte a una parada de mantenimiento que se produjo en la planta de Fortín de Piedra que explota Tecpetrol. En el acumulado de los once meses transcurridos, el sector muestra un avance de 11,9%.