La economía argentina mostró señales mixtas en marzo de 2025. Según el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) publicado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), la actividad económica creció un 5,6% interanual, impulsada por el dinamismo de sectores clave como la intermediación financiera, la construcción y el comercio. Sin embargo, el dato desestacionalizado reveló una contracción del 1,8% respecto de febrero, lo que refleja una desaceleración en el corto plazo.
El informe oficial indica que diez de los sectores relevados por el EMAE mostraron subas en relación con el mismo mes del año anterior. La intermediación financiera encabezó las variaciones positivas, con un salto del 29,3%, seguida por la construcción, que se expandió un 9,9%, y el comercio mayorista, minorista y de reparaciones, con un avance del 9,3%.
Este último rubro fue el de mayor incidencia positiva en la variación interanual del indicador económico, reflejando una recuperación del consumo interno y del movimiento comercial. También la industria manufacturera tuvo un desempeño favorable, con un crecimiento del 4,2% respecto de marzo de 2024.
No todos los sectores acompañaron esta tendencia. Cinco ramas de actividad registraron caídas interanuales, entre las que se destacan electricidad, gas y agua, con una baja del 4,3%, y hoteles y restaurantes, que retrocedieron un 3,6%. También se contrajo la actividad en administración pública y defensa, incluyendo los planes de seguridad social de afiliación obligatoria, que disminuyó un 1,1%. En conjunto, estas áreas le restaron 0,19 puntos porcentuales al crecimiento del EMAE.
A pesar del buen desempeño interanual, la caída mensual desestacionalizada pone un signo de interrogación sobre la solidez del repunte económico. El retroceso del 1,8% respecto de febrero sugiere que la recuperación podría enfrentar obstáculos en los próximos meses, en un contexto aún marcado por la inestabilidad macroeconómica, la desaceleración del consumo y las restricciones fiscales.