Así lo aseguró el presidente Mauricio Macri luego de recorrer las obras hídricas que se realizan en la cuenca del río Salado, en el municipio de Roque Pérez, provincia de Buenos Aires.

El Plan Maestro del Río Salado, que llevan adelante Nación y Provincia con una inversión de más de 1000 millones de dólares, es la obra más grande de protección contra las inundaciones que se realiza en el país.

“Hoy ya tenemos una economía que empieza a ordenarse. Creo que estamos madurando, creciendo, entendiendo lo que nos pasó durante los anteriores 15 años y los anteriores 30”, subrayó Macri luego de supervisar, en el Río Salado, la obra hídrica en ejecución más importante de la Argentina.

Aseguró que la obra hídrica “reincorporará más de un millón de hectáreas a la producción” y llevará alivio en forma directa a 200 mil vecinos “que no van a volver a sufrir cuando ven que se larga a llover”.

La mega obra, que tiene el objetivo de adecuar, ensanchar y profundizar el cauce del Río Salado, también tendrá un impacto positivo en las provincias de Santa Fe, Córdoba y La Pampa.

La tarea de dragado mejorará el escurrimiento del agua, a la vez que la tierra que se extrae del río se deposita en los campos de la zona para ayudar a su saneamiento.

La cuarta y última etapa es la más grande de todas con unos 200 kilómetros de extensión y fue licitada en el actual Gobierno, a pesar de que el Plan Maestro Integral fue creado hace 22 años.

“La verdad es que la lluvia y el agua van a ser una bendición”, afirmó Macri al término de una recorrida en lancha que realizó, junto a la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal, por la zona donde se lleva a cabo el dragado de la cuenca.