Cuando YPF anunció el Plan 4×4, uno de los ejes era el Proyecto Andes, con el que buscaba desprenderse de campos maduros. Quienes conocen el sector esperaban el surgimiento de nuevas empresas que vieran allí una oportunidad de negocio.
Una de las compañías que emergieron fue Bentia Energy, fundada hace menos de un año por Javier Iguacel, exministro de Energía durante el gobierno de Mauricio Macri, en asociación con TB Cargo. En una de las dos áreas que obtuvieron, conformaron una UTE junto a Ingeniería SIMA.
Durante su exposición en un evento virtual organizado por MEGSA, el exintendente de Capitán Sarmiento anunció que planean invertir US$150 millones en los próximos diez años.
La empresa se adentra en el mercado de campos maduros en Neuquén, donde busca transformar activos de baja producción mediante ingeniería avanzada, reducción de costos operativos e implementación de nuevas tecnologías.
Áreas estratégicas con presencia de Vaca Muerta
Según Iguacel, la oportunidad surgió cuando YPF optó por desprenderse de áreas maduras, algunas de ellas ubicadas en zonas de alto potencial, como la región de Vaca Muerta, pero que presentaban complejidades técnicas. “Nosotros ganamos Neuquén Norte (Rincón de los Sauces) y también logramos la adjudicación de Neuquén Sur (Huincul)”, detalló.
En el caso de Rincón de los Sauces, actualmente se producen unos 3.200 barriles equivalentes por día, de los cuales 2.400 corresponden a petróleo y el resto a gas, que se reinyecta debido a la falta de mercado. Por su parte, el clúster de Huincul —donde se conformó la UTE con Ingeniería SIMA— produce alrededor de 3.700 barriles equivalentes diarios, aunque la mayor parte corresponde a gas.
A pesar del carácter maduro de los yacimientos, Bentia Energy ha identificado reservas y oportunidades de desarrollo relevantes. “En el caso del clúster norte, identificamos un descubrimiento reciente en el basamento de Dadín, realizado por YPF en 2023, que ha demostrado ser productivo, pese a su baja productividad histórica”, añadió.
Iguacel contó que YPF tenía previsto invertir US$15 millones para extraer cinco millones de barriles hasta el fin de vida útil de los campos, abandonando 32 pozos. Según esos cálculos, el aporte total de los yacimientos a la provincia de Neuquén iba a rondar los US$40 millones, sumando regalías e ingresos brutos.
“Nosotros hicimos una certificación y nos dio 20 millones de barriles de reserva equivalente, de los cuales el 65% es petróleo”, señaló. También informó que el nuevo plan contempla dar continuidad laboral a unas 200 personas en operación y otras 50 en obras y proyectos.
Además, tienen identificados 34 pozos a perforar y unas 40 reparaciones, mientras que el plan de abandono se extiende a 420 pozos. Bajo estos parámetros, la provincia podría recibir US$ 230 millones en regalías, calculando un precio del barril de 65 dólares. Con esto, su plan de desarrollo podría multiplicar por 50 los resultados proyectados originalmente para estas áreas.
Eficiencia operativa y apuesta tecnológica
En cuanto a la posibilidad de ingresar al negocio no convencional, la empresa también tiene planes. Iguacel indicó que YPF había perforado tres pozos exploratorios no convencionales en una de las áreas y los abandonó por considerarlos marginales. “Vamos a desabandonar al menos dos, así que vamos a ser productores de no convencional, aunque no por pozo perforado, sino que estamos pensando algunas cosas”, afirmó.
Uno de los puntos clave del plan de Bentia es la reducción de costos operativos (OPEX). “Estamos implementando una gran reingeniería operacional que debería resultar en una reducción del 30 al 50% respecto de lo que le costaba al anterior operador. Por ejemplo, en el sur hay 9.000 HP instalados para una producción de 1,5 millones de metros cúbicos, pero hoy estamos en 500.000. Eso genera un costo innecesario, por lo que estamos ajustando la operación”, explicó el presidente de la compañía.
Asimismo, la empresa está reconvirtiendo los compresores a combustión por electrocompresores más eficientes. “Nos pusimos en contacto con la empresa argentina Aspro, que fabrica compresores para GNC. Juntos estamos desarrollando equipos más eficientes, aprovechando la fabricación nacional e importando componentes como motores eléctricos desde China”, señaló Iguacel.
A su vez, Bentia Energy pone el foco en la seguridad y el cuidado ambiental, al tiempo que cuestiona ciertas normativas vigentes. “Hay que mantener altos estándares de seguridad y medio ambiente, pero sin caer en una carga burocrática que impida una buena operación. Por ejemplo, en el abandono de pozos, estamos comprometidos a cerrar más de 300 en nuestras concesiones. Sin embargo, las metodologías actuales no siempre son las más eficientes, por lo que buscamos alternativas que nos permitan cumplir con la normativa sin encarecer el proceso”, concluyó.