La producción de las Pymes Industriales cayó 7,3% en julio frente a igual mes del año pasado. Es el tercer mes consecutivo en que el sector cae, alcanzando el valor más bajo de la serie desde que en enero de 2008 comenzó la medición. Además, sólo el 26,1% de las empresas crecieron y el uso de la capacidad instalada volvió a bajar, a 57,9%, según la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).
La rentabilidad en cambio tuvo una pequeña mejora, y subió a 38,3% la proporción de firmas con resultados positivos. En julio algunas empresas de sectores como alimentos y textiles se vieron algo favorecidas por la suba en el tipo de cambio real. La presión tributaria y los altos costos financieros son los principales dos problemas que mencionan las empresas.
Frente a junio se registró un descenso de 4,4% (en la medición con estacionalidad), mientras que en los 7 meses del año se acumula aún un leve crecimiento de 0,1% frente a igual periodo de 2017, los datos surgen de la Encuesta Mensual Industrial de CAME entre 300 industrias Pymes del país. El Índice de Producción Industrial Pyme (IPIP) registró un valor de 72,4 puntos en julio.
Los 11 ramos relevados declinaron en la comparación anual. Las bajas más acentuadas se dieron en fabricación de Productos Eléctrico-mecánicos, Informática y Manufacturas (-13,5%), Papel, cartón, edición e impresión (-10,6%), Productos de Madera y Muebles (-10,2%), “Productos de metal, maquinaria y equipo” (-7,9%), “Calzado y marroquinería” (-7,4%), “Material de Transporte” (-6,6%), “Productos textiles y prendas de vestir” (-6,3%), “Alimentos y bebidas” (-6,0%), “Productos de caucho y plástico” (-5,6%), y “Productos químicos” (-4,3%).
El aumento en el tipo de cambio real favoreció a algunos sectores puntuales que pudieron aprovechar la diferencia de cambio para exportar. “La exportación de vinos aumento 150% anual en julio, pero la situación de las industrias en general sigue complicada, con tendencias a la baja, con los industriales muy comprometidos por la presión impositiva, tomando deudas al 60% anual para pagar impuestos, y con un corte en la cadena de pagos que supera los 90 días, ya que los proveedores exigen pago de contado y los clientes pagan a 60, 90 y hasta 120 días”, dijo Guillermo Daniel Cabrera, de la Federación Económica de San Juan.
El crecimiento interanual alcanzó este mes a sólo 26,1% de las industrias (en marzo habían aumentado el 48,7% de las Pymes, en abril 44,3%, en mayo el 39,4% y en junio 34%). A su vez, la proporción de fábricas en baja se incrementó a 58,1% y otro 15,8% se mantuvo sin cambios.
El rubro donde más proporción de empresas progresaron en la comparación anual fue ‘Indumentaria y Textil’ donde el 36% de firmas tuvieron crecimiento, aunque 12 puntos menos que en junio (48%). Algunas empresas de este sector se vieron favorecidas por el encarecimiento de las importaciones, pero por ahora eso sólo está permitiendo contener un derrumbe más fuerte de la producción en un mercado donde el consumo se encuentra muy retraído.
En julio muchas empresas trabajaron en equilibrar sus cuentas, eso determinó una mayor proporción de industrias con rentabilidad (38,3% vs 35,4% en junio).
La incertidumbre cambiaria y financiera, las altas tasas de interés, los altos ratios de endeudamiento y la presión tributaria son las principales limitaciones para que despegue la inversión.
En julio, sólo el 17% de las firmas consultadas dijo tener planeado nuevas inversiones hacia adelante, a pesar que entienden que es un momento clave para ello y mejorar eficiencia. La falta de recursos y la incertidumbre, lo impiden.
La industria se encuentra trabajando con una alta capacidad ociosa: el uso de la capacidad instalada volvió a caer en julio, a sólo 57,9% (desde el 64,3% en marzo, el 62% en abril, 60,5% en mayo y 59,8% en junio).
Un dato que surge de la encuesta, es que a pesar de las ventajas impositivas que trae la Ley Pyme, por diferentes razones solo el 21,1% de las industrias está utilizando sus beneficios. A su vez, hay un 7% que si bien se inscribió, ya no puede acceder a los beneficios porque como consecuencia de la situación económica, ya no cumple los requisitos.