Para mantenerse a la vanguardia, las empresas deben asumir que la sustentabilidad no es opcional: es esencial para su continuidad y evolución. En esa línea, Compañía de Tierras Sud Argentino, una de las firmas más relevantes del sector agropecuario en Argentina, se posiciona como un actor clave en la transición hacia agronegocios sostenibles. Bajo la conducción de Agustín Dranovsky, actual CEO y responsable ESG desde 2024, la empresa ha emprendido un camino profundo hacia una producción sustentable, responsable y de impacto positivo.
Desde su extensa presencia en provincias como Santa Cruz, Chubut, Río Negro y Buenos Aires, la compañía lleva adelante una operación integrada que combina ganadería, agricultura, forestación y desarrollo comunitario, guiada por valores de regeneración ambiental y responsabilidad social.
“La minimización del impacto ambiental es una prioridad; por ello que implementamos diversas acciones concretas para lograrla”, explicó Dranovsky para la serie de entrevistas sobre Industria y Desarrollo Sostenible que realiza serindustria.com.ar. En este sentido, la compañía ha logrado importantes certificaciones internacionales como RTRS (Mesa Redonda de Soja Responsable), Responsible Wool Standard (RWS), Orgánica (OIA) y Nativa, que validan su compromiso con prácticas productivas sostenibles.
Entre las acciones más destacadas se encuentra la implementación de paneles solares para reducir el consumo de combustibles fósiles, perforaciones con bombas solares y válvulas de nivel para el control hídrico, tratamiento de efluentes para riego, y un sistema de clasificación y compostaje de residuos orgánicos. En la Estancia Coronel, por ejemplo, la firma suscribió un acuerdo con una empresa provincial de energía que le permite abastecerse de 10.000 kWh anuales, disminuyendo el uso de gas y otros combustibles fósiles.
A nivel de suelos y cultivos, la estrategia se apoya en técnicas como pastoreo rotativo, siembra directa y manejo integrado de plagas con productos de baja toxicidad, pilares de su modelo de agricultura regenerativa. Además, llevan adelante un proyecto de forestación que ya cuenta con más de 10.000 hectáreas plantadas, con planes de expansión en marcha.
Medición de impacto y huella de carbono
La medición ambiental también ocupa un rol central en la estrategia. Dranovsky señaló que “actualmente estamos en un proceso activo de medición de nuestra huella de carbono. Particularmente en Estancia Santa Marta ubicada en la localidad de Balcarce. Allí estamos trabajando en la obtención de indicadores de huella de carbono por kilogramo de carne y tonelada de grano producido”.
A esta iniciativa se suma la participación de la empresa en el programa ProCarbono de Bayer Argentina, que promueve el aumento de la capacidad de captura de carbono del suelo y contempla evaluaciones socioambientales periódicas. Según el CEO, aún sin generar pasivos de carbono, “la medición completa nos permitirá tener un balance positivo”.
Aunque no existe un porcentaje consolidado sobre el uso de insumos reciclados o sostenibles, la compañía orienta todas sus decisiones bajo estos principios. “La sostenibilidad es un criterio fundamental en nuestras decisiones de negocio y en la sostenibilidad de la producción”, destacó. Esto se traduce en prácticas como el compostaje de residuos orgánicos, la separación y reciclaje de materiales reutilizables y el tratamiento de efluentes domiciliarios en estancias como Cóndor para reutilizarlos en sistemas de riego.
El enfoque hacia el uso eficiente de recursos naturales se refleja tanto en inversiones tecnológicas como en cambios operativos. “Hemos instalado paneles solares en todas nuestras estancias para autoabastecimiento y reducir nuestra dependencia de combustibles fósiles, además de reemplazar luminarias por LED de bajo consumo”, detalló Dranovsky.
En cuanto al uso del agua, se implementan perforaciones subterráneas, control de nivel automatizado y análisis periódicos de calidad para asegurar su potabilidad. El manejo del suelo y el forraje también es prioridad: se utilizan cultivos de servicio, rotación de pasturas y técnicas de mejora genética animal para incrementar la productividad de forma sostenible.
Sostenibilidad como eje estratégico
“La sostenibilidad es absolutamente central en nuestras decisiones estratégicas. No es un área aparte, sino que está integrada en la transversalidad de nuestro negocio”, afirmó Dranovsky, quien asumió en 2024 el rol de Responsable ESG. Este modelo de gobernanza se complementa con un Comité de Ética que evalúa constantemente los impactos sociales, ambientales y económicos de cada operación.
La empresa también publica un Reporte de Sustentabilidad que, según su CEO, “busca alinear nuestro negocio agroganadero con la protección del medio ambiente y el bienestar de las comunidades”.
El camino no ha estado exento de obstáculos. Las condiciones climáticas extremas, especialmente en zonas como Santa Cruz, representan uno de los desafíos más frecuentes. “Las condiciones climáticas como sequías, nevadas y variaciones pluviales son constantes… pero las gestionamos con estrategias de distribución de forraje y optimización del agua”, explicó Dranovsky.
También enfrentan fluctuaciones de precios internacionales y riesgos de incendio en temporadas secas. Para ello, adoptaron sistemas de alerta temprana y fortalecieron la tecnificación de procesos para mejorar la eficiencia productiva y reducir vulnerabilidades.
El enfoque sostenible de la empresa se extiende a su cultura interna. Los trabajadores participan activamente en la estrategia de sustentabilidad a través de programas de capacitación continua. “Los involucramos activamente a través de instancias de capacitación y desarrollo en donde les ofrecemos maestrías, cursos y capacitaciones constantes”, dijo el CEO.
Además, se realizan evaluaciones de desempeño, encuentros inter-áreas y políticas para fomentar una cultura de respeto por la tierra, los animales y el trabajo colaborativo.
Como nada es casual, para Dranovsky existe una conexión directa entre los valores personales de los líderes y las prácticas de la organización. “Claramente se reflejan a través del compromiso con la generación de valor económico, social y ambiental”, afirmó. Esa coherencia entre convicciones y acciones es, en su visión, lo que permite construir una cultura empresarial genuinamente sostenible.
La visión a largo plazo, la innovación permanente, el respeto por la tierra y la responsabilidad social activa son pilares que atraviesan toda la estrategia empresarial. Esto se traduce en un liderazgo que apuesta por el desarrollo territorial, la equidad y la preservación de los recursos naturales.
Impacto social y vínculo con la comunidad
El impacto positivo de la empresa se evidencia en múltiples dimensiones. En el plano económico, priorizan la contratación de mano de obra local y la compra a proveedores regionales, fortaleciendo las economías de zonas rurales. “Nuestra misión es clara: generar empleo para la comunidad en las provincias de Chubut y Río Negro”, destacó Dranovsky.
En Estancia Cóndor, durante 2024, se donaron alimentos al Obispado y a diversas organizaciones sociales. En Estancia Coronel, entregaron alimentos para perros a una organización sin fines de lucro y colaboraron con eventos deportivos y culturales.
Además, mantienen vínculos estratégicos con instituciones educativas como la Escuela Agrotécnica de Gobernador Gregores, a través de un programa de contratación juvenil y con escuelas rurales como la N° 31 y la Itinerante N° 30, a las que proveen víveres y materiales esenciales.
En Santa Marta, desarrollaron un programa de pasantías con la Universidad Nacional de Mar del Plata y en Estancias Cordillera, colaboran con las tejedoras de Cushamen, entregándoles lana para que puedan producir y vender sus tejidos, generando ingresos y fortaleciendo la economía de mujeres indígenas. También acompañan el trabajo de la Fundación Cruzada Patagónica, que busca mejorar la calidad de vida de pobladores rurales en la Patagonia.
A nivel cultural, la empresa sostiene el funcionamiento del Museo Leleque, inaugurado en 2000 en Chubut, en articulación con las secretarías de turismo de Esquel y la Comarca. “Este museo fortalece la conexión entre la estancia y la comunidad, promoviendo la visibilidad y el reconocimiento de la herencia cultural de los pueblos indígenas en la Patagonia”, indicó el CEO.
Mirando hacia el futuro, el objetivo es consolidarse como una empresa regenerativa, con propósito y resiliencia, que no solo genere valor económico, sino que también sea un motor de desarrollo para las comunidades locales y un modelo para el sector agroindustrial.
La visión de Compañía de Tierras Sud Argentino es clara. “Si continuamos con esta estrategia de sostenibilidad profunda, integral y comprometida, en 10 años nos imaginamos como los impulsores de los agronegocios sostenibles, demostrando que la producción a gran escala puede ser rentable y regenerativa”, concluyó Dranovsky.