Por Camilo Urquizu- En medio de la incertidumbre por la corrida cambiaria que no para, el panorama para un acuerdo sobre el aumento del gas se vuelve cuesta abajo para el gobierno.
El martes pasado se realizó la Audiencia Pública por la suba del precio del gas no vinculante, para la provincia de Buenos Aires, donde la propuesta del Ente Nacional Regulador del Gas (Energas) de que tenga un tope de no más del 30% fue contrarrestada por las distribuidoras que piden hasta un 100% de aumento. Las petroleras fueron las grandes ausentes.
El argumento que el gobierno esgrime para proponer ese tope es “que la producción de gas sigue en alza por las inversiones que se vienen desarrollando en Vaca Muerta en los últimos 18 meses”, aseguró un comunicado de la ahora secretaría de Energía.
El problema en el desacuerdo arrastra desde la decisión del ex ministro Juan José Aranguren de dolarizar del precio del gas que el gobierno no quiere resignar. Contando con que el precio promedio del gas para los usuarios que no compran directamente, estaba en u$s 4,68 en abril y está pautado que en octubre subiría a u$s 5,20. El Gobierno quiere bajar el precio a u$s 4,10 por millón de BTU argumentando de que sobre producto (en consecuencia llevaría a una significante alza en el próximo invierno cuando no sobre).
Las distribuidoras calcularon un aumento de 31% para el consumidor promedio, considerando un tipo de cambio de $ 31, 47 durante el semestre octubre-marzo. Para el Gobierno el primer problema es que el Estado tendrá que cubrir con más fondos el déficit de Enarsa si compra el gas a Bolivia a u$s 6 y lo vende a las distribuidoras a u$s 4,1.
Las petroleras aceptarían la baja de precio a u$s 4,1, pero pretenden que se tome como tipo de cambio el promedio del dólar futuro del Rofex para octubre-marzo que sería $45,49 por dólar. Este tipo de cambio implica un aumento de 44,5% sobre el precio del dólar de $431,47, que es impulsado por el Gobierno. Para el público significaría un aumento del 95% en el precio del gas.
El aumento sería mayor en enero, ya que se trasladará a los usuarios en 24 cuotas mensuales, el impacto de la devaluación sobre el gas distribuido entre abril y septiembre. Hay que agregar que no se si cuando se produzca un nuevo aumento en abril, la deuda se incrementara con la diferencia del tipo de cambio que es negociado ahora y el que efectivamente se registre.