El director de la Organización Mundial de Zonas Francas, Lisandro Ganuza, reafirmó la importancia de esta herramienta para desarrollar y potenciar el comercio exterior. Advirtió que mientras en Argentina todavía no se ha actualizado la legislación relacionada a la actividad, países de la región modernizaron sus regulaciones y lograron captar la atención de inversores.
En una entrevista concedida a Ser Industria Radio, Ganuza, refirió, entre otros datos, que China, en la década de 1970, comenzó con cuatro zonas económicas especiales y hoy cuenta con más de 2500.
Asimismo, se expresó a favor de que dentro de las zonas se puedan hacer reparaciones y puesta a punto de maquinarias. En ese sentido, explicó que la actual ley lo permite, pero aún hace falta una resolución del ministerio de Desarrollo Productivo.
¿Qué pasa en esta larga pandemia, con las Zonas Francas del mundo y en particular en Argentina?
Más allá de lo que es la emergencia sanitaria que ha sido a nivel internacional, claramente el mundo ha tenido un avance muy importante en materia de tecnología, procesos que ya venían en camino y esto ha tenido su réplica en aspectos fundamentales en la zona franca, en las cadenas de producción de valor y de logística a nivel global. En 2020 hubo una baja del PBI a nivel mundial de más de tres puntos, en países como el nuestro de diez puntos. América Latina ha sido la región más afectada tanto en el comercio, la producción, la logística y la parte sanitaria. Las zonas francas son eslabones básicos. Han sido de los menos afectados a nivel global y permitido reinsertarse o plantearse lo que es la resiliencia a nivel internacional en las cadenas de producción. Hay dos conceptos fundamentales. Uno es el de nearshoring. A partir de lo que pasó al principio del 2020, en ese primer trimestre en el que China por efecto del Covid cerró sus fronteras, generando un desfase, que aparte es un caso no tan normal porque no es un problema de la demanda sino de la oferta, cuando cierra y se rompen las cadenas de producción y la cadena de logística, que hoy es otra afectación. En este proceso, muchas empresas a nivel mundial especialmente de Estados Unidos, Canadá y seguidamente Europa, empiezan a plantearse reubicar sus cadenas de producción. Esto que era básicamente en China y Asia, poder trasladarlo a América Latina. Los estudios del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) están hablando del concepto de nearshoring, es un reacomodamiento que significa inversiones de 70 mil millones de dólares y todos los países de Latinoamérica se han ido adaptando para poder atraer estas inversiones.
¿Qué países se pueden mencionar?
Uruguay, Panamá, Costa Rica, Colombia con su decreto 4.0, Ecuador, está trabajando en ese sentido. Nosotros estamos a la espera, venimos demorados y creo que es un buen momento, porque lo han hecho a través de las zonas francas como foco para atraer esas inversiones. Yo estoy convencido que las zonas francas en países como el nuestro, son el puntapié inicial para atracción de inversiones, agregado de valor, mejoramiento, que no entra en un conflicto con el mercado interno. Entonces podemos ver dos elementos positivos. Por un lado, la revalorización del mercado interno, que en países como el nuestro son desafíos muy importantes, necesarios para la sociedad y el desarrollo económico. Pero por otro lado y paralelamente, tenemos que empezar a ver cómo agregamos valor para insertarnos en la economía global. Claramente el camino son las zonas francas.
¿Eso fue advertido, hay un movimiento tendiente a nivel nacional?
En 2016 seis provincias empezamos el Consejo Federal de Zonas Francas. En la Argentina tenemos un régimen donde hay una parte pública, los comités de vigilancia y una privada, que son los operadores de las Zonas. Se empezó un derrotero que terminó en 2019 con la presentación de un proyecto de actualización de la ley. Lo firmaron 17 provincias y el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Se trabajó con el gobierno actual en 2020 para ponerlo en agenda y paralelamente se empezó un trabajo con los operadores que están agrupados en la Cámara de Concesionarios de Zonas Francas para motivar y empujar de manera conjunta. Hay algo que es transversal a todas las políticas, que es la necesidad de exportar más y las zonas francas son el lugar para darle valor a la producción y de ahí venderle al mundo. China, en 1978 era uno de los países más pobres del planeta y tomó la decisión de reinsertarse el mundo a través de crear espacios donde iban a poder atraer inversiones, generar desarrollo de tecnología, a nivel de cultura gerencial, de conocimiento y en estos lugares no iban a generar un daño al mercado interno. Esto lo hicieron a través de las cuatro primeras zonas económicas, que son zonas francas. Hoy China es el 19% del PIB mundial, tiene más de 2.500 zonas francas, tan mal no les ha ido. Es un ejemplo a seguir.
¿Qué nos demora?
El gran desafío que tenemos es tomar la decisión. No podemos seguir como país, como sociedad, buscando el derrotero de un escenario u otro generando un péndulo con las mismas herramientas. Tomemos a las zonas francas como novedad, como algo distinto, generemos espacios que tengan beneficios para nuevas inversiones, que den empleo, que estén con vista al mercado exterior para insertarnos en las cadenas globales. En eso las zonas francas vienen a ser una solución y esto tiene que ser transversal a todo gobierno. Uno trata de motivar a los gobernadores porque esto es un efecto directo para cada una de las provincias. Un caso muy básico es el del litio. ¿Vamos a producir litio para mandarlo afuera? ¿Por qué no podemos triangular bajo el régimen de zona franca? Jujuy está avanzando para tener baterías. El mundo avanza a tener vehículos eléctricos, camionetas… nosotros somos muy buenos haciéndolas. ¿Por qué no podemos ser líderes en camionetas o en SUV eléctricos? Empecemos a generar algo que realmente agregue valor. Lo tenemos en la palma de la mano. También tenemos que mirar la ruta y la franja de la seda que China ha desarrollado en inversiones, en infraestructuras portuarias, aeroportuarias, carreteras y zonas francas básicamente en África. Uruguay está haciendo nuevas zonas francas, dos en Punta del Este. Globant acaba de inaugurar unas super oficinas en el World Trade Center Montevideo Zona Francas. Brasil acaba de modificar en Diputados y está en la aplicación, las zonas de procesamiento de exportación que son mucho mejores que nuestras zonas francas, no es sólo Manaos. Nuestra región va avanzando en un camino y nosotros tenemos que tomar esa decisión.
Los concesionarios van a buscar clientes. ¿No los terminan de convencer o todavía no se han entendido las ventajas de estar dentro de una zona franca?
No recaería la responsabilidad en los concesionarios privados. Hay factores que puedo señalar. Primero, tenemos una ley que es pre OMC, de 1994. Claramente tenemos que actualizarla, modernizarla y hacerla atractiva. Debemos dar beneficios para que vengan las inversiones. Cada vez hay más interesados en atraer inversión extranjera directa y con eso todos mejoran, generan beneficios. Pero no es que lo generan para todos lados, sino en cierto ambiente, donde podés asegurar y controlar la inversión, generando empleo y desarrollo. Claramente hay que actualizar la ley con beneficios para las inversiones. También atañe a todo lo que es la internacionalización de la producción argentina. Porque cuando hablamos de producciones de bienes y servicios, claramente tiene que ver con hacer una reingeniería del proceso administrativo, acompañar esos procesos y que tampoco recaiga todo en el Estado. Si generás las condiciones, los operadores van a estar obligados a buscar esas inversiones y el Estado facilitar y acompañar. Tenemos esta posibilidad de hacerlo en ambientes controlados, hagamos pruebas en lo que es zona franca, veamos si los inversores a nivel internacional realmente pueden estar interesados en la producción argentina, aprovechemos para que nuestros empresarios agreguen valor de manera competitiva para salir al mundo. Entendamos que estamos lejos, que el mundo, si bien hay cambios en lo que es la interacción, está globalizado y es un error pensar que es como los bloques de la guerra fría. China y Estados Unidos, con toda la situación de estrés que tienen, siguen comerciando. Podrán subir, bajar, poner trabas, pero siguen siendo integrados en su producción. Ni hablemos todo lo que es el resto de los países del sudeste asiático. Por eso, debemos entender que las zonas francas son eslabones claves en las cadenas de producción.
El año pasado se estaba trabajando una resolución para poder realizar servicios de mantenimiento y puesta a punto dentro de las zonas francas. ¿Se concretó?
Es uno de los temas que se planteó. La ley permite hacer servicios de mantenimiento, puesto a punto, dentro de las zonas francas. Claramente esto no se ha utilizado desde su creación y necesita un acompañamiento normativo, porque la ley de zonas francas nunca se reglamentó, quien hizo de autoridad de aplicación durante muchos años fue la Aduana. Hace falta una resolución del ministerio de Desarrollo Productivo para poner claridad y hacerlo operativo. No hay que modificar la ley, se puede hacer perfectamente. Es una necesidad tremenda para Vaca Muerta, los servicios para barcos. Pensemos todo el Atlántico que tenemos para lo que es la producción offshore de gas y petróleo. Esto se planteó en el año 2020, lo lideramos desde el Consejo Federal con la Cámara de Concesionarios de Zonas Francas. Es uno de los compromisos que tiene el ministerio de Desarrollo Productivo de la Nación en poder avanzar y es necesario. Hoy los equipos de Vaca Muerta hacen una puesta a punto en el exterior, eso se podría hacer en zonas francas argentinas con mano de obra nacional. Lo único que hay que reconocer es que se ingresó un equipo, se pone a punto y sale el mismo equipo. No hay modificación ni alteración, no se incumple con la ley de zonas francas con las prohibiciones actuales. Ni hablemos si la actualizamos. Hay que pensar que no sólo está la posibilidad de poner a punto los equipos, también los servicios de mantenimiento de toda la infraestructura o los barcos que podrían venir a un régimen de zona franca. En la actualidad muchos dan la vuelta y van a Chile. Tenemos esa posibilidad, pero debemos ser competitivos. Hay que clarificar para poder salir a ofrecer nuestro valor agregado y sería una posibilidad para un sector empresario que siempre ha tenido ganas, el de los servicios de reparaciones navales.
Habladas del litio y otro producto que se promociona para producir en las zonas francas es el cannabis medicinal. ¿Se avanzó, hay proyectos en desarrollo?
Jujuy ha trabajado muy bien en el proceso de producción de cannabis medicinal. Creo que se le puede agregar valor en zona franca. Este nuevo impulso que se ha dado, que se aprobó el 15 de julio en el Senado con media sanción de la producción industrial del cáñamo o sea básicamente lo que es el CBD, es un desafío muy grande. Como nosotros estamos avanzando después de una pelea que viene dando gente como Pablo Fazio, que viene trabajando muy bien y nos gusta acompañarlo. En cuanto a la producción industrial del cannabis y lo que puede significar que es mucho más que la parte de medicina, cremas, soluciones y productos que se pueden fabricar. Colombia acaba de aprobar en los últimos 15 días el ingreso de la flor a las zonas francas porque es el lugar que van a tener para desarrollo. Uruguay lo está haciendo con la producción indoor, ya exportaron a Israel. Las zonas francas van a dar en algo tan sensible como el desarrollo del cannabis, porque genera una sensibilidad en la sociedad y hay que entenderlo. Porque, si bien es solución para muchas personas, también hay gente que tiene sus dudas y en esto lo que va a dar la zona franca, es seguridad jurídica para el que invierte, pero también seguridad técnica. Va a estar en un medio ambiente donde hay pleno control de ver lo que ingresa y egresa del predio.
En cuanto a la modificación de la ley ¿en qué instancia está y qué expectativas hay de que se pueda modificar?
Desde el Consejo Federal en conjunto con la Cámara de Concesionarios están trabajando en base al diálogo. Fue muy importante cuando en la reunión de los gobernadores del norte, Capitanch puso en valor a las zonas francas. Martín Ibarra, padre de las Zonas Francas de latinoamérica, que empezó en el año 1983 en China trabajando con las zonas económicas especiales, siempre dice que hay que evangelizar y creo que el gran desafío de evangelización pasa por los gobernadores, Neuquén con lo que es Vaca Muerta, en la provincia de Buenos Aires con todo lo que son servicio de reparaciones navales, agregado de valor a nuestra producción, lo mismo en Santa Fe, Jujuy, Chaco. El mundo tuvo un shock muy fuerte con lo que fue la pandemia del Covid en el año 2020, este año sigue siendo un año de transición pero empieza a poder domar esto que significó el Covid, el 2022 va a ser un año que con todas las modificaciones, el mundo va a empezar a funcionar y nosotros debemos prepararnos, generando las condiciones para que las zonas francas sean una plataforma de comercio exterior y de atracción de inversión extranjera directa, esto es fundamental para el futuro de Argentina.
