El reciente entendimiento alcanzado entre el MERCOSUR y la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA), compuesta por Suiza, Noruega, Islandia y Liechtenstein, marca un hito en la política comercial del bloque sudamericano.
El acuerdo elimina aranceles para el 97% del comercio bilateral y habilita a las empresas argentinas a competir en mercados con alto poder adquisitivo y fuertes exigencias de calidad, trazabilidad y sostenibilidad.
Consultado el Titular de la Consultora L3Comex, especializada en internacionalización, Lautaro M. Ramírez, destaca que el acuerdo representa una gran oportunidad para las PyMEs exportadoras del país. Productos como miel, frutas finas, vinos y carne podrán ingresar con condiciones preferenciales a mercados premium como Suiza y Noruega, donde los consumidores priorizan los bienes con identidad, bajo impacto ambiental y producción ética.

Además del comercio de bienes, el acuerdo abarca servicios, inversiones, propiedad intelectual y compras públicas, lo que permite a empresas argentinas competir por contratos institucionales en países de la EFTA. También se incorporan herramientas de facilitación logística y acumulación de origen que pueden ser aprovechadas por operadores logísticos nacionales.
“Las empresas argentinas deben prepararse para este escenario identificando sus ventajas competitivas, profesionalizando sus procesos y certificando normas de calidad. La EFTA puede convertirse en una vía concreta de diversificación comercial frente a la volatilidad de otros mercados”, subrayó el titular de L3Comex.
Con reglas claras y previsibilidad, el acuerdo se presenta como una herramienta estratégica para que el país reposicione su oferta exportable y se inserte de forma inteligente en segmentos globales de alto valor.