Ante el Comité de Negociaciones Comerciales de la Organización Mundial del Comercio (OMC), el gobierno argentino denunció que grandes flotas recorren amplias distancias gracias a los subsidios, perpetrando prácticas no sostenibles, las cuales derivan frecuentemente en pesca ilegal, con el consecuente impacto en la industria pesquera y los recursos.
Ante más de más de 70 países miembros, el canciller Felipe Solá señaló que “Argentina reafirma su compromiso de continuar haciendo sus mayores esfuerzos para que podamos concluir, antes de la próxima Conferencia Ministerial de la OMC, un acuerdo multilateral que establezca prohibiciones específicas de subvenciones en relación con la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada, las poblaciones de peces sobreexplotadas y aquellas subvenciones que afectan a la sobrecapacidad y a la sobrepesca”.
“El impacto fuertemente negativo que estos subsidios tienen en las pesquerías torna imperante alcanzar un acuerdo para eliminarlos. Gran parte de estos subsidios sostienen flotas que pescan en altamar, en particular en aguas distantes, y principalmente en las áreas adyacentes a las zonas económicas exclusivas, con consecuencias muy negativas para la sostenibilidad de los océanos, los mares, los recursos marinos y para el desarrollo del país afectado”, sostuvo el ministro.
Además destacó que “por la naturaleza de las negociaciones, resulta necesario que el texto del futuro instrumento contemple aspectos que se consideran de extrema sensibilidad para los miembros”. Y agregó: “Esto es, que el texto no tendrá consecuencias jurídicas en lo que respecta a los reclamos de territorialidad o la delimitación de las jurisdicciones marítimas. Por ello, la Argentina considera de la mayor relevancia que el texto cuente con una salvaguardia clara y específica al respecto”.
Posteriormente, representando al Grupo Six Lat (conformado por Argentina, Colombia, Costa Rica, Panamá, Perú y Uruguay) Solá hizo “un llamamiento a todos aquellos a quienes les preocupa el estado actual de los ecosistemas marinos y la existencia de subvenciones a grandes flotas pesqueras que navegan y explotan sin control los mares y sus recursos, y que se reconozca que la situación actual es el peor de los escenarios posibles”.
“Como grupo seguiremos trabajando juntos, porque creemos que no concluir este acuerdo otorga de facto un trato especial a los grandes subsidiadores en detrimento de las generaciones presentes y futuras”, concluyó.