El lunes, el riesgo país de Argentina, medido por JP Morgan, se disparó 48 puntos básicos a 748 unidades, un 6,9% arriba, por lo cual permanece en niveles máximos desde enero de 2015.
El economista Gustavo Ber, de Estudio Ber, sosuvo que “se multiplican los inversores internacionales que siguen agresivamente reventando posiciones sobre aquellos emergentes de mayor liquidez, entre ellos justamente los títulos locales”.
En el contexto global, los mercados emergentes operan atentos a la crisis de Turquía, que se suma al aumento en las dudas sobre el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y las elecciones en Brasil.
El último viernes, el riesgo país había subido un 10,4% al cerrar en 700 puntos, habiendo llegado a tocar las 704 unidades.
En este contexto, la deuda pública de Argentina bajó con fuerza (caídas superiores al 8%) por los temores de los inversores a las consecuencias que podría tener sobre la economía el caso de posibles sobornos que involucra a políticos e importantes empresarios, dijeron operadores.
Asimismo, la calificadora de riesgo Fitch indicó que el reciente escándalo de corrupción que salpica a políticos y a importantes empresarios va a tener un impacto negativo en el crecimiento de Argentina.