El designado ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, confirmó que controlará la Dirección Nacional de Vialidad (DNV), área con un presupuesto anual de 24 mil millones de pesos, porque “la visión que tenemos es que la planificación, la gestión y la obra esté bajo un responsable”, de forma tal de que se puedan “asumir compromisos como plazos”.
La DNV “es estructurante del transporte. Pensar que obra pública y transporte esté en otro lado es no entender las necesidades. Todo debería tender a eficientizar el transporte”, dijo Dietrich al diario La Nación.
Como ejemplo de los desafíos a resolver, el futuro funcionario nacional señaló que “las rutas 3, 5, 7 y 8 son de doble mano, como hace décadas, y gran parte de la carga viaja por ellas en condiciones de subdesarrollo. Son rutas de la muerte”.
Dietrich aseguró que “las obras las va a hacer y financiar el Estado. Nuestro plan de 2.800 kilómetros de autovías y autopistas para los próximos cuatro años es con recursos del Tesoro”.
“Otras formas de financiamiento que puedan aparecer harán que podamos hacer más autopistas”, añadió.
Sobre la gestión de la DNV, el próximo ministro anticipó que “acá no va a haber interferencias ni llamados para que cobre uno primero y otro segundo o se asigne una obra. Nuestro compromiso con la sociedad es transparencia en el manejo de los recursos”.
La situación en el área, agregó, es de “deuda atrasada y mucha obra en proceso con distintos criterios de priorización, y que hay que analizar qué se justifica y qué no. Hay que hacer un gran trabajo de planificación, priorización”, resaltó Dietrich.