A pesar de la insistencia de las cámaras empresarias y del propio Presidente de la Nación, las Pymes no logran acceder a la oferta de préstamos para pagar salarios ante la emergencia del Coronavirus. “Es imposible cumplir con los requisitos solicitados”, afirman.

La iniciativa del gobierno nacional, ideada a través del lanzamiento de créditos al 24 % dispuesta por el Banco Central (BCRA), cuyo objetivo es evitar la interrupción de la cadena de pagos de sueldos en el marco de la emergencia sanitaria por la pandemia de coronavirus, sigue enfrentando duros escollos.

Explícitamente, el último fin de semana el Presidente Alberto Fernández, manifestó la necesidad de que éstos préstamos se activen, señalando incluso que el estado actuará como garante de las empresas que los tomen.

Sin embargo, desde el sector Pyme crecen la disconformidad y la angustia. La actitud de los banqueros no está alineada con la buena voluntad del primer mandatario.

En las últimas horas se repitieron voces coincidiendo que en que a estas empresas les resulta “operativamente inviable acceder a los créditos, por la cantidad de requisitos solicitados”.

A ello se suma la imposibilidad de certificar documentos debido las dependencias se encuentran cerradas, al igual que los bancos, para la recepción de las carpetas solicitadas.

Desde Empresarios Nacionales para el Desarrollo Argentino (ENAC), su presidente Leo Bilansky fue una de las primeras voces que se levantaron, apenas iniciada esta conflictiva situación.

El dirigente explicó que “el esfuerzo que hacemos las Pymes, el estado y los trabajadores, no es compartido por los bancos y las grandes empresas”.

“Al momento de interactuar en el marco una emergencia y un aislamiento obligatorio nos hemos encontrado con falta de preparación de los bancos en general y de las filiales en particular, normativas internas que contradicen el espíritu del buen empresario y de solidaridad que la situación amerita”, sostuvo y agregó que “un 59% de las empresas se encuentran cerradas totalmente mientras que sólo un 7% operan con normalidad, provocando un descalce estructural entre ingresos por ventas y compromisos asumidos, tanto comerciales como impositivos”.

Por su parte Daniel Rosato, presidente de Industriales Pymes Argentinos (IPA), señaló que el 70% del sector está paralizado. “Estamos poniendo el hombro, queremos sostener las fuentes de empleo. El gobierno le pide a los bancos que financien a las Pymes, necesitamos financiamiento blando para poder producir y pagar salarios.  De lo contrario a mediados de años centenares de empresas van a desaparecer”.

“La ayuda se necesita urgente. La banca tiene que ser solidaria y acompañar el sacrificio que estamos haciendo todos los argentinos”, añadió. 

Desde otros sectores se afirmó que “una tasa del 24% sigue siendo alta para el sector que, hace casi 20 días, no genera ingresos. Incluso, ya se sabe que la cuarentena se va a prolongar. Por este motivo deberían otorgarse créditos blandos a tasa 0, subsidiada por el Estado o bien de un máximo que oscile entre el 8 o el 10%”.

Sin embargo, la Asociación de Bancos de Argentina (Adeba) publicó un relevamiento entre sus asociados en el que sostiene haber comprometido un monto de financiamiento superior a los $10.000 millones, a un promedio de $ 1.400.000 por empresa y con una tasa nominal anual (TNA) de entre 22% y 24%.

El Banco Macro informó haber colocado $1.897 millones a sus clientes Mipyme, mientras que el Comafi superó los $2.300 millones en esa línea. El Galicia, asegura haber otorgado más de $5.900 millones en préstamos para pago de sueldos y descuento de cheques diferidos.

Por el lado de la banca pública, el Banco Nación dio asistencia a 1.096 empresas por un total de $2.962 millones, el Ciudad aportó unos $450 millones a cerca de 500 empresas y el Banco Provincia otorgó 1.040 préstamos por $576,6 millones, exclusivamente para garantizar el pago de sueldos.

El vicepresidente tercero de CAME en Jujuy, Ignacio Sadir, se preguntó: “¿Los créditos ya otorgados fueron concedidos a las Pymes o a las grandes empresas?”, indicando que éstas últimas “son las que seguro tienen sus carpetas para entregar de un día para el otro”, pero desafortunadamente “ese no es el caso de las Pymes”.

“Sólo el hecho de tener el Consejo de Ciencias Económicas cerrado para poder certificar un aval, es una complicación”, dijo y concluyó señalando que “la cadena de pago está cortada y las carpetas de las empresas se han alterado por este período de crisis. Más allá de eso, en el país la historia de los créditos a las Pymes siempre ha sido complicada, engorrosa y de muy difícil acceso”.