Poner un camión en funcionamiento en las rutas argentinas, en febrero, salió un 3.6% más caro que el mes anterior, según el Índice de Costos de la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (FADEEAC). El principal motivo de la suba fue el ajuste salarial.
Con un incremento del 13.3% en el rubro Conducción, el valor de febrero hace que en el primer bimestre de 2020 el aumento acumulado sea del 5.79% en los costos de transportar mercadería. Aunque se prevé una desaceleración de tales valores en los próximos meses, la suba en los últimos doce es del 51%.
Que se mantengan estables varios insumos claves como el combustible, los peajes y el dólar, así como los menores incrementos relativos al personal, permiten prever que los aumentos no serán tan grandes en lo próximo. Sin embargo, en febrero la suba fue elocuente, también a partir de la aceleración de los costos en rubros vinculados a la mano de obra, como Reparaciones (3,9%) y Gastos Generales (5,7%). El cálculo incorpora la asignación extraordinaria no remunerativa acordada por FADEEAC y la Federación Argentina de Trabajadores Camioneros.
En tanto, en febrero se registraron bajas en el Combustible (-0.69%) y, nuevamente, en el Costo Financiero (-4.73%), en el marco de los descensos de las tasas de interés por parte del Banco Central de la República Argentina, lo que resulta positivo para las empresas.
Finalmente, Seguros aumentó un 2%, al tiempo que Material Rodante y Neumáticos lo hicieron por debajo del 1% (0.82% y 0.62%, respectivamente). El resto de los rubros no presentó modificaciones en relación con enero de 2020.
Si bien se prevén mejoras en los próximos meses, el Índice de febrero representa un nuevo peso para el sector, que opera todavía en un contexto inflacionario, con caída en los volúmenes transportados y una carga impositiva del orden del 42% en la tarifa final del flete.
Cabe recordar que el autotransporte de cargas y la logística no son formadores de precios, sino que sobre ellos impactan la suba de los rubros que componen los costos y los impuestos. Ello inevitablemente se traslada a las tarifas y, finalmente, a los bienes que consumen las familias argentinas. Por lo tanto, medidas que contemplen la importancia del sector generarán, en definitiva, un alivio para todo el circuito productivo.