El secretario de Comercio Exterior ADIBA y asesor del Grupo Brasil, Pablo Parola, remarcó la necesidad de fomentar en Argentina una cultura exportadora. Además, pidió retomar la agenda de la industrialización y analizó la crisis institucional que se vive en la región.
En diálogo con Ser Industria Radio, Pablo Parola habló sobre el futuro del vínculo comercial entre la Argentina y Brasil. En ese sentido señaló la importancia de la relación entre ambos países para sus respectivas economías y consideró que difícilmente el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, pueda reducir el arancel externo común del Mercosur sin el consenso de las cámaras empresarias.
SI: De cara al próximo Gobierno, ¿cuál debe ser el rol de la industria nacional?
PP: Lo que vemos es que la industria siempre es parte de la solución, es lo que motoriza una economía y principalmente la Argentina. En el país, ocupa casi el 22 por ciento de toda la masa salarial e impacta en un 20 por ciento en el PBI, es decir que tiene un rol clave en la estructura económica. Lo mismo como integrador social y generador de empleo de calidad. Con lo cual, creo que el foco que hay que tener respecto a la Argentina que se viene es de un acuerdo nacional que promueva el federalismo productivo, que extendamos las redes de producción a través de todo el país a través de la industria 4.0, de la innovación y de la transformación productiva.
SI: ¿Cómo está la industria en la provincia de Buenos Aires?
PP: Las estadísticas indican que en el conurbano bonaerense desde 2015 se sumaron más de 300 mil desempleados, 2000 Pymes han cerrado en los últimos años, se produce un 10% menos. Hay mucha capacidad instalada que no se está utilizando y eso tiene que ver con una economía que se ha enfriado. Además, falta cultura exportadora y promoción de las exportaciones industriales. Esto no permite al empresario generar ingresos a pesar de la coyuntura local. Hay que tener en cuenta que también hay cuestiones que van a llevar un largo plazo si se cambia el rumbo económico. Por eso necesitamos fomentar la cultura exportadora y la renovación en las maquinarias con nuevas tecnologías para producir más y tener menos costos. Pensar soluciones, porque en la situación que nos encontramos vamos a salir a través del impulso del consumo de la industria nacional. Hay que retomar la agenda de la industrialización, poner en el foco a la industria como dinamizadora de la economía y sería muy importante volver a generar un encuentro entre las Pymes y la sociedad.
SI: Muchos empresarios afirman que hoy en la Argentina se exportan impuestos, ¿hasta qué punto esto influye sobre la falta de competitividad?
PP: Hoy esa carga está cercana al 50%, es muy alta. Pero no sólo estamos tomando eso, se agregan las cuestiones burocráticas que hay a la hora de exportar, reglamentos que traban y frenan al exportador Pyme. Sumado a la falta de capacitación y herramientas, es un combo que desalienta. Para el empresario que está exportando, no tener reglas claras es el principal problema. Es que cuando nos prometen algo y pensamos si se va a cumplir, esa incertidumbre origina todas las dificultades. Si podemos generar un consenso y un acuerdo general para salir adelante, sería lo más importante. Se han hecho cosas muy buenas como la ventanilla única de exportaciones y aplicar la tecnología para simplificar. Pero vemos dificultades en las normativas por los cambios y vaivenes.
Exportar no tiene que ser un parche, tiene que ser una política de Estado, no tiene que ser algo a lo que recurramos cuando el mercado interno no esté funcionando.
SI: ¿Cómo ves el futuro de la relación comercial entre Argentina y Brasil, teniendo en cuenta las últimas declaraciones de Bolsonaro respecto a Alberto Fernández?
PP: A diferencia de lo que pasa con otros países del mundo, lo que le vendemos a Brasil está basado en la producción industrial. Las autopartes automotrices, que es lo principal, y todos los sectores. Al mismo tiempo, ellos nos venden principalmente industria y valor agregado, con lo cual estas afirmaciones si se hicieran realidad y fueran lejos del consenso con las cámaras empresariales se generaría una relación muy tensa principalmente por la dependencia de Brasil para ciertos sectores de la economía y de la cadena productiva nacional.
SI: En este vínculo comercial, ¿cuál es el papel de la provincia de Buenos Aires?
PP: El 60% de lo que se exporta a Brasil es producido en la provincia de Buenos Aires. Por eso, es peligroso hasta lo que se hablaba sobre que Brasil podría reducir el arancel externo común del Mercosur, que este arancel agrega una tasa a los productos que vienen por fuera de la extrazona para que puedan ingresar con menores tasas a Brasil. Esto no es positivo teniendo en cuenta la dependencia y el hecho de que no podemos ir a una regionalización abierta a ciegas. Nos enfrentamos a un mundo que compra menos y el Mercosur está para potenciar la competitividad interna. Seguramente habrá que mejorar muchas cosas, pero no se puede de manera abrupta salir a bajar aranceles y dejar que ingresen productos con menor tasa cuando no estamos preparados. Son políticas que difícilmente se puedan concretar y más sin el consenso de las cámaras empresarias.
SI: ¿Qué análisis hiciste de los últimos acontecimientos sociales que se están viviendo en Chile?
PP: Son momentos en donde se nota un cambio de modelo, un cambio de desarrollo así que está para seguir atentamente lo que está pasando en la región. Estamos viendo el agotamiento de un modelo neoliberal que busca siempre el beneficio financiero, un hartazgo de que no hubo igualdad de oportunidades ni derramó en la economía como dice la teoría. Las principales causas son la falta de empleo y una industria muy debilitada como nos pasa en Argentina. En nuestro país hubo un modelo de especulación financiera que dañó a todas las industrias y tenemos que hacer un gran acuerdo, de una política productiva que incluya a todos y tenga el foco en la generación de empleo.