Así se analizó en ocasión de presentarse el 4to. Congreso Latinoamericano y del Caribe de Refinación que se desarrollará del 17 al 20 de noviembre en la ciudad de Mar del Plata, en una rueda de prensa que se realizó en el Instituto Argentino del Petróleo y el Gas (IAPG).
El Congreso organizado por el IAPG y la Asociación Regional de Empresas del Sector Petróleo, Gas y Biocombustibles en Latinoamérica y el Caribe (Arpel) permitirá generar el intercambio de información y la actualización del conocimiento de todos aquellos profesionales involucrados con este segmento del downstream de la industria del petróleo.
Durante el evento se realizarán presentaciones de trabajos técnicos en sesiones orales y de posters, mesas redondas y conferencias con expertos sobre temas afines a la materia.
En la presentación del evento, el presidente del IAPG, Ernesto López Anadón, y el presidente del Comité Organizador del Congreso, Luis Fredes, destacaron que la región en materia de refinación tiene condiciones de mercado totalmente diferentes pero reflejan una evolución técnica bastante similar que enriquece el encuentro de los responsables de todas las refinerías del subcontinente.
Para las refinerías se avizoran desafíos comunes que se centran en cómo adecuarse a los nuevos crudos que se vienen y la adaptación de nuevas tecnologías que no son las comercialmente predominantes en la actualidad pero que demanda grandes desafíos técnicos e inversiones millonarias para proyectos de largo plazo.
Anadón y Fredes analizaron el estado actual de la refinación en la Argentina que tiene una capacidad de entre 570 y 600 mil barriles diarios de capacidad de procesamiento que ante la demanda del mercado local se encuentra al limite de producción de naftas y con una demanda insatisfecha en diésel.
El presidente del Comité Organizador del Congreso planteó que el país requiere incrementar unos 100 mil a 135 mil barriles más de procesamiento diario de crudo, lo que permitiría reducir la actual importación de unos 3 millones de metros cúbicos anuales de diésel.
Si bien destacó que la baja de los precios internacionales del crudo no afectan la operatoria de las refinerías ya que estas trabajan por márgenes de ganancia, destacó las dificultades que enfrenta un eventual proyecto de construcción de una nueva planta en el país.
Entre condicionantes de mayor peso mencionó los factores de logística y su eventual emplazamiento, los montos millonarios de inversión, la definición sobre el tipo de crudo a procesar y la calidad de combustibles a producir, el impacto ambiental y la limitación de la comunidad a un proyecto de esta envergadura.
El mercado local esta concentrado en ocho plantas que representan más del 95 por ciento de la producción de combustibles y están ubicadas en La Plata, Luján de Cuyo y Plaza Huincul de la empresa YPF; Campo Durán (Refinor); San Lorenzo (Oil), Bahía Blanca (Petrobras), Campana (Axión Energy) y Dock Sud (Shell).