El Puerto Dock Sud avanza de manera decidida en su estrategia de sostenibilidad ambiental y en la lucha contra el cambio climático, consolidando su rol como referente en la gestión ambiental portuaria. Desde 2022, el Consorcio de Gestión del Puerto de Dock Sud (CGPDS) realiza el cálculo de su huella de carbono, un proyecto de largo plazo que año tras año amplía sus límites y profundiza el análisis de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).
En abril de 2025, el puerto bonaerense alcanzó un nuevo hito al completar la tercera verificación de su inventario de GEI, reafirmando su compromiso con el monitoreo ambiental y la transparencia de datos. Esta herramienta clave permite identificar las principales fuentes de emisiones, establecer estrategias para reducirlas y avanzar hacia una infraestructura logística más verde y eficiente.
La huella de carbono representa la totalidad de gases de efecto invernadero emitidos directa o indirectamente por una organización, individuo, producto o evento, y se expresa en toneladas de dióxido de carbono equivalente. En el ámbito portuario, este análisis incluye desde el consumo energético de oficinas y terminales hasta las emisiones de buques y maquinaria operativa.
En línea con una visión innovadora, el CGPDS decidió ampliar su enfoque en 2025: no solo medir emisiones, sino también remociones de carbono. Las remociones de gases de efecto invernadero —procesos naturales como la absorción de CO₂ por bosques, suelos y océanos— son fundamentales para la resiliencia climática y la mitigación del cambio climático.
Al respecto, Pedro Andersen, integrante del área de Ambiente del CGPDS, explicó que “desde el año 2022, el Consorcio de Gestión del Puerto de Dock Sud realiza la cuantificación de sus emisiones de gases de efecto invernadero. En ese contexto, proponemos para este año aumentar el alcance y empezar a cuantificar tanto las emisiones como nuestras remociones. Es por eso que este año se espera realizar un inventario arbóreo del Consorcio de Gestión del Puerto de Dock Sud”.
Medir para mejorar
La incorporación de esta herramienta ecológica refuerza uno de los pilares estratégicos del Puerto Dock Sud: la medición y gestión de la huella de carbono, que permite establecer metas de reducción de emisiones y adoptar decisiones basadas en datos concretos. Se trata de una apuesta por el futuro y por la salud del planeta.
Como parte de esta iniciativa, se identificó una zona de 9 hectáreas dentro de la jurisdicción portuaria que contiene un bosque periurbano, un ecosistema clave en términos de captura de carbono. Allí se llevó a cabo un relevamiento de especies vegetales y biomasa, con el objetivo de estimar la cantidad de carbono capturado por este entorno natural.
En este sentido, la licenciada en Ciencias Ambientales y parte del equipo de trabajo, Abril Barrios, detalló que “el trabajo consistió en un inventario forestal donde tomamos datos de los árboles presentes en las tres partes de los bosquecillos del puerto, en tres etapas. El objetivo principal fue determinar la captura de carbono por parte de estos relictos de bosque para alimentar un inventario de gas de efecto invernadero que precisa el Puerto de Dock Sud. En total, relevamos aproximadamente unas 8 hectáreas y las especies más presentes fueron paraíso en las tres partes de este bosque, seguido por individuos de ombú y glicina y algunos otros más como fresno”.
Impacto del cambio climático
Estos ecosistemas boscosos urbanos y periurbanos son esenciales en la adaptación y mitigación del cambio climático, no solo por sus funciones ecológicas, sino también por los servicios ecosistémicos que ofrecen: absorción de contaminantes, regulación de temperatura, protección del suelo y bienestar comunitario. En el área relevada del Puerto Dock Sud se identificaron más de 13 especies arbóreas diferentes y más de 500 individuos, lo que representa un importante pulmón verde dentro del entorno portuario e industrial.
Esta acción refleja una decisión estratégica del puerto: no solo reducir impactos, sino también potenciar fuentes naturales de absorción de carbono, promoviendo un enfoque holístico que combina producción, conservación y resiliencia ambiental.
Como parte del proyecto, el ingeniero agrónomo Juan Ignacio Poch, manifestó que “la realización de este inventario es importante, ya que al tratarse de una reserva forestal que está cercana a una ciudad, es uno de los pocos recursos con los cuales una ciudad puede ser cada vez más resiliente ante el cambio climático. Un cambio climático que genera cada vez eventos meteorológicos extremos y justamente el arbolado urbano y periurbano, como en este caso, es una de las herramientas más eficientes para hacer que la ciudad sea resiliente a estos eventos meteorológicos extremos.”
Con estas acciones, el Consorcio de Gestión del Puerto de Dock Sud se posiciona como un referente en la gestión ambiental portuaria, integrando la protección de sus recursos naturales y la lucha contra el cambio climático como ejes centrales de su estrategia de desarrollo y crecimiento.