Un informe realizado en el 2019 por el ex ministerio de Desarrollo y Producción, dio como resultado que en la Argentina sólo el 5% de las empresas contratan seguros de créditos, mientras que a nivel mundial lo utiliza el 70%. Este recurso se puede aplicar tanto a productos como servicios. 

En un contexto en el que el país se ve obligado a conseguir dólares genuinos, el aumento de las exportaciones parece ser el único camino para lograrlo. Para ello quedan muchos puntos sobre los que se debe trabajar con el fin de lograr que la producción argentina llegue a la mayor cantidad de destinos posibles. 

La urgencia plantea que el “debemos aumentar las exportaciones” no sólo debe quedar en una frase y se convierta en una realidad concreta. En ese sentido es fundamental brindar todas las herramientas posibles tanto a las grandes empresas como a las PyMEs. Estas últimas, de conocida importancia a la hora de generar empleo y con tiempos exiguos para realizar trámites o a resolver cuestiones en cierta forma externas a sus trabajos. 

Entonces imaginemos que, al fin, luego de toda la burocracia, un pequeño o mediano empresario logra que sus productos lleguen a otro país, pero en el medio se presenta un inconveniente a la hora de cobrar. Si debe comenzar acciones legales, el costo económico será enorme, le llevará tiempo y nada garantiza tener un resultado positivo.

Para evitar esta amarga circunstancia, existe una herramienta poco conocida en la Argentina, denominada seguro de crédito. Un instrumento que en el mundo se utiliza hace más de 70 años para resguardar la cobranza de las operaciones comerciales y que además ofrece ventajas para la expansión comercial, aportando competitividad, ya que las empresas pueden brindar financiación.

Al respecto, Adriana González, directora de United RIsk Consultants (URC) para la Argentina avaló con su experiencia en compañías multinacionales la utilización de estos seguros. “En empresas en las que trabaje, pudimos desarrollar todo el mercado europeo y alcanzamos a exportar un millón de toneladas al año, cuando antes no superábamos las 300 mil. Además, en el viejo continente o Estados Unidos, nadie te compra ni anticipado, ni con carta de crédito. Por eso esta herramienta es clave para que las exportaciones crezcan”, contó. 

Es que entre algunos de los beneficios que aporta el seguro de crédito se destaca la posibilidad de contar con un departamento de riesgos que estudia, analiza, clasifica y monitorea a los clientes. Además, permite consolidar la estrategia comercial en mercados actuales y explorar otros sin preocuparse por los riesgos crediticios a asumir, se encarga de gestionar los recobros de las facturas impagas y realizar todas las gestiones judiciales y extrajudiciales necesarias. 

En ese sentido, González manifestó que “los exportadores argentinos mandan a Argelia, a Rusia, a China, llegan a tener un problema y es como si no fueran conscientes de los riesgos que esto puede llegar a implicar. Un exportador europeo no vende nada a China sin seguro”.

Además, en otras latitudes, el seguro de crédito también es utilizado por las entidades financieras para hacer descuentos o pre financiar operaciones, mientras que en la Argentina, los bancos no lo toman, pese a que el Banco Central lo aprobó como una garantía preferida A.

No sólo Estados Unidos o Europa son usuarios de este instrumento. “No es casual que países vecinos como Chile con un territorio más pequeño que el nuestro, tenga un volumen mayor de exportaciones y que aproximadamente el 65-70% de sus empresas usa seguro de crédito”, afirmó Julieta Bayugar gerente comercial para la Argentina de URC.

“Es un instrumento que se tiene que utilizar para desarrollar el potencial que hoy tenemos como país. Es cierto que se necesitan políticas que incentiven, pero alineando un poquito los cañones esto tiene que arrancar. Las divisas tienen que venir por el sector exportador y el seguro de crédito es un instrumento que, si el Gobierno lo empieza a difundir, va a ayudar muchísimo a que eso suceda”, concluyó Bayugar.