En un escenario global donde la sostenibilidad se ha convertido en una prioridad urgente, Siemens Brasil se destaca como un referente de transformación profunda e integral. Con un enfoque estratégico que articula innovación, eficiencia energética, equidad y circularidad, la empresa impulsa un modelo industrial comprometido con el desarrollo sostenible, tanto en lo ambiental como en lo social.
Desde su sede en São Paulo, Márcia Sakamoto, especialista en Sustentabilidad y Relaciones Gubernamentales de Siemens Brasil, participó de la serie de entrevistas que realiza serindustria.com.ar bajo el título Industria y Desarrollo Sostenible. En ese marco, detalló cómo la firma internacional integra los criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) en el corazón de sus operaciones, su cultura organizacional y su visión de largo plazo.
“En una trayectoria guiada por la innovación, la responsabilidad y acciones estratégicas, Siemens se destaca por adoptar metas ambiciosas que guían su camino hacia un futuro verdaderamente más sostenible”, afirma Sakamoto. Esa dirección se materializa en una arquitectura corporativa denominada DEGREE, una estructura que define seis campos de acción fundamentales: descarbonización, ética, gobernanza, recursos con uso eficiente, equidad y empleabilidad.
“DEGREE no solo orienta las decisiones corporativas, sino que también proporciona una visión holística de la sostenibilidad, integrando compromisos ambientales con impactos sociales y humanos”, asegura.
Reducción de emisiones y energías renovables
El enfoque va más allá de las declaraciones institucionales. En 2024, Siemens Brasil logró una reducción del 68% en emisiones de CO₂, un resultado que supera el promedio global del grupo (60%) y anticipa el cumplimiento de la meta original para 2025, fijada en 55%. “Nuestros esfuerzos están dirigidos a alcanzar el net zero hasta 2030, meta global”, subraya la ejecutiva. Este avance se apoya, entre otras medidas, en la utilización de electricidad 100% proveniente de fuentes renovables en todas sus instalaciones, la ampliación de infraestructura para carga de vehículos eléctricos, la sustitución del gas licuado de petróleo por energía eléctrica y la adecuación progresiva de las cocinas y procesos industriales hacia soluciones eléctricas.
La sostenibilidad también se refleja en el vínculo con el entorno natural. Siemens Brasil preserva un área de 45 mil metros cuadrados de Mata Atlántica dentro de su sede paulista, hábitat de decenas de especies de flora y fauna autóctonas. Este compromiso se completa con una estrategia de gestión de recursos basada en el ecodiseño, la disociación del uso de materias primas y la circularidad. “La empresa adopta una estrategia para el uso eficiente de recursos en sus productos, centrada en tres pilares principales: ecodiseño, disociación del uso de recursos naturales y circularidad”, reseña Sakamoto.
Durante el ejercicio fiscal 2024, el 35% de los metales utilizados por Siemens Brasil -principalmente hierro, cobre y aluminio- fueron adquiridos de fuentes recicladas, apoyándose en valores promedio regionales y globales. La compañía planea alcanzar para 2030 la aplicación total de principios de ecodiseño en todas las familias de productos relevantes. Para destacar estas innovaciones, Siemens ha desarrollado el sello EcoTech, que identifica productos con desempeño ambiental superior en términos de eficiencia energética, circularidad y reducción de emisiones.
Huella de carbono y auditorías internacionales
La medición precisa de la huella de carbono es otro aspecto crítico. “El sistema de gestión ambiental es constantemente monitoreado y verificado”, indica Sakamoto. Siemens emplea herramientas globales alineadas con el GHG Protocol, asegurando reportes transparentes y auditables. Cada procedimiento, inversión y proyecto en sus instalaciones pasa por una evaluación detallada, desde la planificación hasta la operación.
Estas acciones están respaldadas por auditorías periódicas realizadas por la matriz alemana. En la actualidad, la operación brasileña representa solo el 0,3% del carbono total generado por Siemens en el mundo. Ese compromiso fue reconocido por el Carbon Disclosure Project (CDP), que incluyó a Siemens en la Lista A de Cambio Climático desde 2023, la más alta categoría de desempeño ambiental.
En paralelo, la empresa promueve el uso eficiente de la energía, el agua y otros recursos naturales mediante certificaciones como la ISO 14001 e ISO 50001. Un ejemplo concreto es el proyecto Anhanguera Green & Digital, donde su planta en São Paulo fue transformada en un modelo de operación inteligente y sostenible.
Esta transformación incluyó la compra de energía renovable en el mercado libre, la instalación de paneles solares, la reutilización de agua de lluvia para riego y sanitarios y la digitalización de procesos productivos a través de sensores y sistemas automatizados que optimizan consumos y reducen desperdicios.
Gracias al monitoreo en tiempo real de indicadores ambientales como energía, agua y emisiones, Siemens pudo alcanzar una mejora del 7% en eficiencia energética en 2024. Además, un proyecto piloto de Siemens Real Estate logró reducir en un 16% el consumo energético al ajustar automáticamente el uso del aire acondicionado según la ocupación real de los espacios.
Gobernanza ESG y cultura organizacional
Más allá de las acciones técnicas, la sostenibilidad en Siemens está respaldada por una estructura de gobernanza sólida, transversal y altamente especializada. “La sostenibilidad está en el ADN de Siemens. No es una opción, sino una parte integral y central de las decisiones estratégicas”, enfatiza Sakamoto.
Esta estrategia involucra desde el Consejo de Administración Global hasta embajadores de sostenibilidad en áreas operativas. El Chief Sustainability Officer preside el Consejo de Sostenibilidad y lidera el Comité Ejecutivo de Sostenibilidad, mientras que los directores globales y gerentes locales reportan avances y desafíos en cada una de las dimensiones del marco DEGREE. Esta arquitectura asegura que los criterios ESG no sean metas periféricas, sino principios que impulsan la toma de decisiones en todos los niveles.
En cuanto a los desafíos, Siemens reconoce que la descarbonización de su cadena de valor -concretamente el alcance 3, correspondiente a proveedores y socios-, es uno de los mayores retos. Para enfrentarlo, lanzaron el programa Trilha Greenlight, orientado a diseminar buenas prácticas ESG y ayudar a los proveedores a construir sus propios planes de sostenibilidad. En paralelo, refuerzan la capacitación constante de sus equipos: cada colaborador en Brasil recibe al menos 32 horas anuales de formación, con programas sobre sostenibilidad ambiental, innovación y transformación digital. “Siemens invierte continuamente en cualificación técnica”, remarca Sakamoto.
Líderes y soluciones tecnológicas sostenibles
Durante 2024, Siemens destinó globalmente 442 millones de euros a formación corporativa. La sostenibilidad fue uno de los ejes estratégicos de esa inversión, con iniciativas como el programa Leading in Sustainability, diseñado para líderes y áreas clave, y LEAP, centrado en el desarrollo de liderazgos transformadores. También se fomenta la innovación aplicada a la eficiencia de recursos y la transición ecológica mediante comités internos que desarrollan soluciones concretas en eficiencia energética y descarbonización.
“Los colaboradores de Siemens desempeñan un papel central en la estrategia de sostenibilidad de la empresa”, sostiene Sakamoto, quien destaca también la labor de la Fundación Siemens, que canaliza acciones de voluntariado y apoyo social. A través de esta plataforma, los empleados impulsan proyectos de educación y desarrollo sostenible, como Conexão Aprendiz, que ya impactó a más de 300 jóvenes en situación de vulnerabilidad.
A nivel cultural, Siemens impulsa la ética, la integridad y la concientización en valores ambientales desde edades tempranas. Programas como EduComÉtica, que lleva formación ética a escuelas públicas o iniciativas como las donaciones a las víctimas de las inundaciones en Rio Grande do Sul, amplían el impacto positivo de la empresa más allá del ámbito productivo.
Para Sakamoto, los valores personales de los líderes de Siemens influyen directamente en la forma de abordar la agenda sustentable. “Tenemos una visión optimista y de largo plazo sobre el papel de la empresa y de Brasil en la transición hacia una economía baja en carbono e inclusiva”. Según su visión, sostenibilidad y ética caminan juntas porque “solo los negocios limpios le interesan a Siemens. Esta convicción orienta nuestras decisiones y nuestras relaciones con clientes, socios y proveedores”.
Transformación colaborativa
En octubre de 2024, Siemens Brasil presentó junto al Centro Brasileño de Relaciones Internacionales (CEBRI) el informe Pictures of Transformation: un retrato de Brasil en 2035, que explora escenarios futuros impulsados por la digitalización y la sostenibilidad. El objetivo es fomentar una visión “future back” que inspire la construcción de una economía más inclusiva, resiliente y verde. “El propósito es inspirar una transformación positiva… estimulando debates colaborativos entre los sectores público, privado y la sociedad civil”, subraya Sakamoto.
Al proyectar el futuro de Siemens en los próximos diez años, si continúa y profundiza su estrategia sustentable, la visión es contundente. “Queremos seguir siendo un referente en decisiones éticas y responsables, con impacto positivo en toda nuestra cadena productiva y de valor”, precisa la especialista.
Con un camino ya trazado, la empresa se propone liderar el desarrollo de soluciones tecnológicas sostenibles en sectores clave como los biocombustibles, el hidrógeno verde, la digitalización de redes, la bioeconomía y la economía circular. “Trabajamos para que la actuación de la empresa tenga impacto directo en la consolidación del país como referencia global en energía limpia e innovación tecnológica con valor ambiental agregado”, concluyó.