El presidente de la Cámara Argentina de Distribuidores y Autoservicios Mayoristas (CADAM), Alberto Guida, en diálogo con Ser Industria Radio, brindó detalles de algunas dificultades que enfrenta la distribución de productos. “El primer sacrificio lo sufren las Pymes y las empresas más chicas”, afirmó.

Al hacer un análisis de la situación generada por la pandemia del coronavirus, el dirigente sostuvo que las medidas que se han tomado desde el gobierno “todavía son insuficientes para las Pymes”, pero admitió la complejidad de la situación. “De todos modos se van corrigiendo, ampliando y modificando decisiones”.

Ser Industria: Alberto, desde distintos puntos del país se afirma que faltan productos básicos. ¿Hay desabastecimiento?

Alberto Guida: Hay que coordinar temas logísticos, pero no habrá desabastecimiento. La problemática más compleja en este momento es la distribución de los productos por determinación de algunos municipios. Esto se está superando paulatinamente. Desde el punto de vista de la industria de la alimentación, no hay inconvenientes, al contrario. Hay una actividad intensa y capacidad ociosa. No se vislumbra ningún problema a futuro.

SI: ¿Significa que el cierre de accesos que hicieron algunos municipios con la intención de aislarse, complica el paso de los camiones?

AG: En realidad no podría decir el nivel de relevancia de cada una, pero son tres las variables que afectan a la logística: el cierre puntual de los ingresos en algunos municipios, donde hay que estar buscar los accesos disponibles, desvíos o directamente hay imposibilidad; otro tema es que no se dispone la cantidad de choferes que habitualmente trabajan, dada esta circunstancia y el tercer tema, que la cámara logística decía que bajo ningún punto de vista iba a suceder, es que hay empresas que no están muy dispuestas a ir al sur y al norte porque anteriormente tenían cargas de regreso y en estos momentos prácticamente esa carga no está. Por lo tanto, en esos casos piden que les paguen el costo logístico de regreso y eso complica la distribución. Esto lo padecen algunas cadenas de supermercados mayoristas, que reciben con tardanza algunos productos.

SI: Los comerciantes minoristas, nos han comentado que tienen problemas para abastecerse, porque hay muchos consumidores finales en los mayoristas, la atención se hace muy lenta y no disponen mucho tiempo. ¿Lo hablaron con ustedes?

AG: Si, lo estamos resolviendo. Se completaron cajas especiales para comerciantes. Algunos mayoristas, para que no tengan que hacer la espera, organizaron para que puedan ingresar directamente con el número de cliente. Hay horarios pico donde se producen demoras, eso es verdad. También hay recaudos para que la cantidad de personas que ingresan sea limitada, que no se genere una aglomeración. Entonces donde compraban al mismo tiempo 200 personas, ahora entran 20 e ingresan de a una. Pasa en todos los espacios comerciales, es lógico, preventivo y corresponde que así sea. En este contexto hay que tener paciencia para todo. El ser humano es un bicho resistente al cambio y más aún cuando éstos son obligados.

SI. ¿Las medidas anunciadas son suficientes ante la situación que atraviesan las Pymes?

AG: No hay dudas que el primer sacrificio lo sufren las Pymes y las empresas más chicas. Tengo un dicho: “la supervivencia comercial se sustenta en la billetera”. De acuerdo al resto económico que cada uno tiene, sobrevive a determinadas situaciones y horrores. Este contexto, las medidas todavía son insuficientes para las Pymes y en determinados niveles de grado justamente depende de en qué situación se encuentre cada una. De todos modos, se van corrigiendo, ampliando y modificando decisiones, es lógico.

SI: Hay que admitir que es un proceso dinámico…

AG: Creo que este es un debate universal porque se toman decisiones ante algo absolutamente diferente a todo lo vivido. Es complejo, pero creo que el gran punto de supervivencia en este contexto es encontrar el equilibrio. Si nos vamos absolutamente sobre el tema salud, nos tendríamos quedar parados en un lugar y no movernos nunca, eso sería probablemente la solución definitiva de la pandemia. El tema es que nos terminaríamos muriendo por desabastecimiento y falta de cobertura. Es muy complejo porque nuestra sociedad tiene un espacio enorme de informalidad y esto juega en contra, porque acceder a la ayuda a este sector se torna complejo desde lo económico y lo físico.

SI: ¿Podemos asegurar que no van a faltar productos entonces?

AG: Hay que entender que tanto en la actividad productiva, la logística y el mismo personal del canal mayorista, hay ausencias. Problemas de salud, cuarentenas especiales, incluso algunas aperturas de sucursales, las hemos hecho pasando personal de una sucursal a otra, nivelando la cantidad de trabajadores necesarios para poder administrar el negocio. Todo esto se soporta en base a un conjunto de personas que desde la producción hasta la distribución están dando lo mejor y se dialoga para que todo el país sea abastecido.

SI: Hay inquietud por la suba de precios. ¿Cómo les llegan a ustedes?

AG: La disposición indica retrotraer los precios en todos los canales de distribución al 6 de marzo. Eso es lo que controlan la AFIP y la secretaría de Comercio en punto de venta. En los negocios minoristas, donde la situación es mucho más difícil de controlar, se han explicitado precios máximos, valores de referencia por provincia, para que los consumidores tengan una cierta lectura de valores. Esto no quita que algunas empresas hayan aumentado. Algunos de estos casos se están tratando puntualmente. Este mes probablemente gran parte de la incidencia que puede tener el índice de precios se puede dar por el aumento parcial de carne, un aumento más o menos relevante de pollo, frutas y verduras que han tenido su variación. Estas no son categorías específicas del canal mayorista, pero si de incidencia en lo que es alimentos.

SI: Se venía hablando de la reducción de ingresos brutos. ¿Se ha logrado avanzar en ese proyecto de ley?

AG: No. Lo que pasa es que justamente hoy, si uno lo ve desde el punto de vista del contexto, habría que suspender todos los aspectos impositivos a niveles provinciales y nacionales para facilitarle el presente a la gente. Pero si justamente del otro lado se necesitan recursos económicos para dar soporte social en todos los aspectos, una cosa contradice la otra. Por eso es que acá hay que encontrar un equilibrio entre lo económico y la salud.