Desde la Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (APYME) expresaron su preocupación por los aumentos en tarifas energéticas, que se suman a los incrementos en combustibles, transportes, peajes e insumos para la producción.
“Especialistas y asociaciones de usuarios han dejado en claro que estos aumentos no guardan relación con los costos de las empresas energéticas. Tampoco responden a criterios de “gradualidad” ni de equidad. Por el contrario, recaen con mayor fuerza sobre los sectores más vulnerables, los trabajadores, clases medias y Pymes”, explicaron en una comunicado firmado por Eduardo Fernández presidente de APYME.
En el texto sostuvieron que “estas empresas padecen un doble efecto negativo: por un lado, ven aumentar de modo exponencial sus costos, y por otro, no pueden descargar estos aumentos en los precios del mercado interno, deprimido por el mismo proceso inflacionario y de pérdida de poder adquisitivo de la población”.
A su vez, manifestaron su disconformidad con el Gobierno Nacional al remarcar que “ataca la inflación por medio de altas tasas y el ingreso irrestricto de mercaderías al país. El resultado, una economía de sesgo especulativo, extractivo y de servicios, donde la industria nacional tiende a desaparecer y las economías regionales se deterioran día a día. En este marco sólo se benefician algunos rubros de grandes formadores de precios, con capacidad exportadora, que maximizan sus ganancias mediante la fuga de divisas hacia afuera del país, y hacia adentro, la remarcación abusiva”.
Por último, pusieron en duda los datos arrojados por el Indec señalando que “las supuestas mejoras enunciadas días atrás surgen por comparación con datos en 2016, año en que la propia política oficial llevó a la caída de la industria, el aumento del desempleo, la pérdida del poder adquisitivo del salario y la caída del mercado interno”.