El Grupo Bolivar, emitió un comunicado mediante el cual expresa su intención de poner de manifiesto “el ataque que está sufriendo la política sanitaria” emprendida por el gobierno nacional a los efectos de enfrentar la pandemia. Allí involucra a “por parte de medios periodísticos alineados por Juntos por el Cambio y en complicidad con los intereses del Fondo Buitre BlackRock, dueño de Pfizer”.
Reseña que “el gobierno argentino envió al parlamento un proyecto de ley a requerimiento de la empresa Pfizer-Black Rock, de acuerdo a las instrucciones por ellos solicitadas para poder vendernos las vacunas, condiciones que implicaban requerimientos leoninos para un país soberano. En la mayoría de los casos, exigían el pago adelantado y después no cumplían con las entregas de las vacunas, además de resignar la jurisdicción donde se dirimirían las controversias que surgieren. La necesidad de las vacunas para proteger a la población, hizo que numerosos países, incluido el nuestro, aceptaran por necesidad esos pedidos”.
Señala que, durante el tratamiento de la ley, “la diputada Graciela Ocaña, de Juntos por el Cambio, la misma denunciante del “Plan Qunita”, impulsó la modificación del pedido de Pfizer-Black Rock, con la inclusión de la palabra “Negligencia” en ese acuerdo”, acompañada por su Bloque. “O sea que, si existieran conflictos atribuidos al laboratorio por negligencia, estos deberían asumir la responsabilidad. Esta modificación una vez sancionada la ley, se convirtió en una de las principales trabas para la firma del contrato, ya que la casa matriz de Pfizer-BlackRock, no aceptó dicha modificación”, dice el texto e indica que “este punto fue introducido por la oposición que hoy reclama por esa vacuna en los medios concentrados”.
Añade que “ante la sospecha de que el acceso a las vacunas iba a ser una de las principales batallas que se iban a librar en el planeta entre los países desarrollados y el resto del mundo, el gobierno argentino apostó a diversificar los suministros”.
Tras consignar que “está a la vista la actitud de los países ricos, que acapararon para sus habitantes el 90% de las vacunas ya producidas y a producirse en el mundo, muchas más de las que necesitaban y además obstaculizaron la producción y distribución de las que podrían convertirse en competencia, protegiendo así los intereses de las farmacéuticas de sus países” refiere que “Argentina acordó junto a México, elaborar la vacuna Astra Zeneca, donde nuestro país fabricaba el principio activo y el envasado se realizaba en México. Esta vacuna iba a ser distribuida entre los pueblos hispanos de América Latina, a un costo de 4 dólares la dosis. Obsérvese el costo 10 veces menos, frente a los 40 dólares por dosis de la vacuna Pfizer-Black Rock”.
Seguidamente manifiesta que “sin embargo, el gobierno de EEUU primero bloqueó la exportación de los filtros que se necesitaban para envasarla, obligando a México a enviar el producto a que se envase en los EEUU. Después, para tratar de eliminar la competencia a Pfizer-Black Rock, prohibió la salida y el uso de más de 80 millones de dosis terminadas. Estas vacunas hoy siguen retenidas y sin usarse en los EEUU”.
Hace referencia también a que “las Naciones Unidas crearon un Fondo de Vacunas a los efectos de ayudar a los países pobres a conseguir vacunas: el Fondo Covax, integrado por 185 países, de los cuales 141 serían los países beneficiarios. Algunos, como el nuestro, la pagan y otros, la reciben gratis. Este Fondo ha distribuido 77 millones de dosis entre 121 países. Astra Zeneca se comprometió a entregar 318 millones de dosis al Fondo Covax, las cuales cobró en su mayor parte por adelantado, y al día de hoy, solo ha entregado 75 millones. Pfizer-Black Rock se comprometió a entregar 40 millones de dosis, las cuales cobró por adelantado y solo ha entregado 1,2 millones”.
“Argentina, visto este accionar de cobrar por adelantado y no entregar, ya que tienen comprometida la mayor parte de su producción con los países desarrollados, acertadamente disminuyo su pedido a este Fondo, y aumentó sus compras a países como Rusia y China, que son los que nos proveyeron la mayoría de las vacunas que estamos aplicando. La Sputnik V, se convirtió en la vacuna estrella, por su eficacia y bajo costo. Hoy vemos, ya sin asombro, otro capítulo de la opereta de los sectores alineados al servicio de los intereses contra el país, donde dicen que Argentina no quiso recibir 13 millones de dosis de Pfizer-Black Rock, a través del fondo Covax, cuando el Fondo recibió apenas 1.,2 millones de las vacunas compradas y pagadas a Pfizer-Black Rock, para distribuir entre 141 países”, precisa el documento.
En el mismo sentido señala que “´por otra parte Pfizer-Black Rock, le exigía al Fondo Covax que, para enviar alguna vacuna a Argentina, previamente debía arreglar con ellos. Esto pone en evidencia el alineamiento con el capital concentrado de los medios hegemónicos, y Juntos por el Cambio, tratando de inculcar mentiras a la población (Fake News), con la clara intención de sembrar desanimo en la misma”.
El texto expresa además que “el gobierno nacional ha buscado con éxito el camino de comprar vacunas tanto en Rusia, como en China y Cuba, buscando un camino soberano en la provisión, desarrollando la fabricación de las mismas en nuestro país. Esto nos debe servir, para iniciar una política soberana en la provisión publica de medicamentos de todo tipo. Tenemos un aparato científico tecnológico de primer nivel. Desde el Estado debemos potenciarlo desarrollando empresas nacionales, donde la renta generada quede en el país”.
“Desde el Grupo Bolívar junto al resto de las fuerzas integrantes del Campo Nacional, debemos marchar codo a codo junto al gobierno defendiendo al pueblo, para enfrentar a estos sectores aliados a intereses ajenos a nuestro país, que buscan trabar el accionar del gobierno”, concluye el comunicado.
