Lo aseguró Cristina Fernández de Kirchner en una entrevista realizada por el ex presidente ecuatoriano Rafael Correa para la cadena internacional RT en el marco del programa “Conversando con Correa” que el ex mandatario tiene en ese canal.

En la entrevista, Cristina destacó “El gobierno de mi país es un gobierno offshore, desde el presidente para abajo. Todos tienen cuentas y sociedades offshore”. Al respecto, la senadora resaltó “La Constitución no dice una palabra de las grandes corporaciones, de los medios de comunicación carterizados, globalizados, ni dice una sola palabra acerca de cómo hacemos con los paraísos fiscales ni las corporaciones transnacionales”.

Durante el programa la ex presidente argentina remarcó que “te dicen que las offshore no son malas. Nadie que tenga una offshore es legal. La offshore, como mínimo, es para evasión fiscal. ¿Por qué te vas a un paraíso fiscal? Porque no pagas impuestos. La offshore es profundamente ilegal. Y digo evasión de impuestos que es el delito más liviano. Puede ser corrupción, trata de personas, narcotráfico, trata de armas”.

A su vez, Cristina Kirchner hizo referencia al proceso que vive la región “Tenemos esta nueva ola de un neoliberalismo tardío en la región que viene acompañado del lawfare o ese movimiento que usa el poder judicial para perseguir opositores y estigmatizarlos y para convencer a todos esos ciudadanos que tuvieron mejoras en su calidad de vida de que en realidad todo eso que vivieron era una ficción, una mentira de los dirigentes populistas, corruptos y mentirosos”. Y continuó “En este neoliberalismo que viene después de los movimientos populares y democráticos en la región, la gente va a empezar a comparar en algún momento el nivel de vida que tenían con los populistas y el nivel de vida que tienen con los neoliberales”.

Por otra parte, la senadora nacional subrayó que “estamos discutiendo en un sistema que data de más de 200 años y que cada vez va a dar menos respuesta. Lo que se cuestiona es a los dirigentes políticos. Eso es lo formidable de la coartada de los grandes poderes económicos. No fracasa el sistema económico, sino los dirigentes que los ponen en marcha. Si ellos fracasan, que van a fracasar, va a ser que fracasaron no porque aplicaron el neoliberalismo y la ortodoxia neoliberal, sino porque no hicieron las cosas como las tenían que hacer. Las políticas neoliberales van a fracasar independientemente de que sea Macri o un Premio Nobel el que las aplique”.

En paralelo, Cristina recalcó que “le han sumado algo que es de esta época y muy moderno: medios de comunicación y redes sociales. Le sumas a todo esto un aparato mediático, unido a lo judicial y a las redes, donde evidentemente hay una manipulación electoral”. Y prosiguió “Estamos en un momento muy complejo donde las viejas categorías de pensamiento no alcanzan. Lo que sí sigue siendo una categoría es lo nacional y lo popular. Por eso tengo grandes expectativas con nuestra región y con nuestra forma de encarar las cosas”.

En este sentido, la ex presidenta, enfatizó “ellos han logrado que franjas importantes de nuestra sociedad piensen que el progreso que tuvieron se debió al progreso individual. Si pudiste comparte el auto o la casa, no fue producto del proyecto político, económico y social que gobernaba el país, sino que fue tu esfuerzo personal, tu capacidad la que logró que tu hijo fuera a la universidad, que puedas viajar y tener una casa”. Y continuó “Convencieron a mucha gente que el progreso que tenían estaba totalmente separado del movimiento político. Convencieron a millones de trabajadores que se habían convertido en obreros, que habían conseguido un trabajo en blanco, registrado, en una fábrica con un buen salario, que el impuesto que le cobraban a los altos ingresos se lo llevaban los vagos, los tipos que no trabajaban, los sujetos de las políticas sociales. Dividieron la base social popular”.

En la misma línea, Cristina señaló que “una sociedad meritocrática es aquella donde se supone que avanzan los que hacen las cosas bien y los que se equivocan o no saben hacer, son los que no avanzan. ¿Qué posibilidad tiene un chico que nace en una villa miseria con sus padres sin trabajo de poder progresar? Podrá haber algún fenómeno especial e individual, pero en su mayoría están condenados a repetir la vida de pobreza y de marginalidad de sus padres”.

Para terminar, la senadora por la Provincia de Buenos Aires, hizo referencia al proceso de endeudamiento que lleva adelante el gobierno “cuando nosotros llegamos, la Argentina debía el 166% de su PBI, teníamos la deuda soberana defaulteada más importante del mundo. Cuando me fui aquel 9 de diciembre del 2015 en una plaza repleta de compatriotas que me despedían, dejé al país con un nivel de deuda que fue uno de los más bajos en su historia en 200 años: 13% en moneda dura en manos de tenedores privados, extranjeros o nacionales. Hoy han más que duplicado la deuda externa. Se financian únicamente con deuda externa”.

“Estamos marchando, por lo menos en la Argentina, aceleradamente como una locomotora. Algunos dicen que lo que se ve allá que viene es la luz al final del túnel. Nono, es la locomotora del endeudamiento que viene”, finalizó.