Héctor Polino, dirigente del socialismo reconocido y respetado por todo el arco político, murió ayer, a los 89 años, luego de estar internado durante varios días a causa de una bacteria que deterioró gravemente su estado de salud. Fue maestro mayor de obras, procurador y abogado.
Su trayectoria lo llevó a ocupar una banca en la cámara de Diputados de la Nación durante tres periodos consecutivos, desde 1993 a 2005. Producto de su compromiso con los sectores sociales más postergados y los trabajadores, llevó adelante numerosas iniciativas legislativas. Por su labor, recibió el Premio Parlamentario en 1995, 1999 y 2005. Anteriormente se desempeñó como concejal de la Ciudad de Buenos Aires y secretario de Acción Cooperativa de la Nación (1983-1989).
En 1992, fundó la agrupación Consumidores Libres, dedicada a realizar constantes relevamientos de calidad y precios de los productos que componen la canasta básica alimentaria. Desde allí, quincenalmente, informaba la evolución del costo de los alimentos y bebidas, a partir de un minucioso seguimiento en supermercados y negocios barriales de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Polino fue un hombre íntegro, fiel a sus convicciones, que supo llevar adelante las ideas socialistas con coherencia, respeto, tolerancia y pasión. Defendió a ultranza los derechos de los consumidores, participó en innumerables audiencias, conferencias, charlas y demandas. También fue un firme promotor de la acción cooperativa.
Apenas conocida la triste noticia, llegaron las condolencias desde todos los partidos políticos argentinos. Sus restos serán despedidos hoy, entre las 9.30 y las 12 en el Salón de Pasos Perdidos del Congreso de la Nación, Rivadavia 1841, primer piso.