Luego de que el Gobierno nacional anunciara medidas para limitar las exportaciones de carne y tensara aún más la relación con el sector agroexportador, la analista de mercados, Lorena D’Angelo, advirtió que ese tipo de políticas terminan dañando la producción local. 

En ese sentido, la especialista explicó que estas decisiones, sumadas a las dificultades para importar insumos, ponen en riesgo futuras inversiones necesarias para llevar adelante las campañas agropecuarias. 

En diálogo con Ser Industria Radio, D’Angelo señaló que la tendencia de precios altos en soja, maíz y trigo se mantendrían continuarán firmes en la campaña 21-22

¿Cuál es la situación de los mercados de granos en un mundo con pandemia?

Tenemos un contexto internacional de commodities agrícolas con precios firmes. Esto se explica porque muchas producciones estuvieron afectadas por una menor oferta.

A pesar de la pandemia hoy se está viendo una recuperación de la demanda en muchos países, principalmente liderados por China, que busca estos commodities agrícolas para alimentar su población.

También ante una escasez principalmente de Estados Unidos y de una Sudamérica que, tanto en Brasil como en Argentina, están teniendo cosechas debajo de lo esperado inicialmente.  

¿Esto responde a una relación con el consumo o el clima?

El impacto fue principalmente por una cuestión de oferta. El clima principalmente durante el año pasado no fue tan favorable en regiones productoras.

En Argentina inicialmente se pensaba que las producciones agrícolas iban a ser mayores y hoy tanto en el maíz y en soja la cosecha es menor a la que inicialmente se esperaba y por la que el productor hizo sus inversiones, sembró sus hectáreas, compró sus fertilizantes, sus agroquímicos. Es decir, se hizo una inversión y no se estaría logrando las expectativas productivas. 

En cuanto a la soja y sus derivados se habla de que alcanzaría el valor récord de 20.400 millones de dólares en esta temporada 20-21…

El ingreso de divisas está atado principalmente a dos factores. Por un lado, a que efectivamente tengamos una producción que permita abastecer el mercado doméstico y luego exportar.

En el caso de la soja, como el consumo local es muy bajo, el excedente se va a exportar como siempre, mayormente en aceite y en harina, por lo cual se espera un incremento de divisas en este contexto en el que hay buenos precios.

La combinación de buenos precios y de que Argentina nuevamente, más allá de un contexto de menor producción a la inicialmente esperada, va a tener excedente para poder exportar, siempre y cuando no existan restricciones a las exportaciones.

¿Están accediendo a importar los insumos que el sector necesita para desplegar la actividad?

Los insumos para la campaña que se está cosechando ya están todos aplicados. Se está avanzando en la cosecha de maíz y soja. Lo que se ve con dificultad es la planificación para la campaña 2021-2022. Se están viendo incrementos importantes de los insumos en dólares y en algunos casos no diríamos faltantes, pero sí con dificultades para conseguirlos.

¿Cómo afecta a la planificación de la campaña 2021-2022 la incertidumbre que generan anuncios o declaraciones por parte de funcionarios?

Pensando en los últimos anuncios, lo que puede llegar a hacer es reducir las inversiones en los sectores que son necesarios para poder exportar. Si hoy tenemos costos más altos para la importación de insumos y restricciones a las exportaciones por ejemplo de carnes, hará que aquellos que habitualmente invierten en estos sectores traten de buscar otras alternativas o directamente no inviertan, por lo cual las restricciones a las exportaciones van a dañar más la producción doméstica.

¿Cuál es tu análisis sobre el programa para fomentar las exportaciones que lanzó Cancillería?

Las exportaciones argentinas ya tienen un mercado mundial importante. Lo que se tendría que estar apuntalando es no solamente a los productos tradicionales, sino saber que se podrían estar exportando otros productos. Pero para poder exportar es necesaria la producción en el mercado doméstico y hoy tenemos un contexto económico en que muchas producciones pueden ser afectadas en el corto plazo, principalmente por algunas medidas que se están tomando.

Mucho se habla de que el precio del maíz incide decisivamente en el costo de la carne ¿Esto realmente es así?

En base a distintos análisis que han hecho fundaciones y las Bolsas, se ve que el impacto de los commodities, tanto maíz como trigo, es muy bajo en el producto final. Por lo cual la medida que se estaría tomando lo único que hace es reducir las inversiones en estos cultivos de cara al futuro y también en los productos finales como la carne.

Recordemos que, si bien representa un costo para la producción de la carne, el aumento del precio del maíz no es tan significativo como es el de otros conceptos, como son básicamente los impuestos. 

¿Cómo ven desde el sector cerealero la nueva concesión y licitación de la Hidrovía, con una mayor intervención del Estado?

La experiencia nos muestra que toda intervención del Estado en sistemas o actividades que han funcionado muy bien, hasta el momento, ha sido más daño que beneficio.

La Hidrovía fue una concesión de hace casi 30 años, que ha funcionado correctamente. El vencimiento se da el 30 de abril. Por esa vía sale casi el 80% de las exportaciones argentinas y se necesita una pronta solución para que las mismas continúen, pensemos que dentro de esa misma Hidrovía está el mayor ingreso de divisas de los últimos años del país.

A esta altura de abril es inevitable prorrogar la concesión vigente…

Sí, por lo menos una prórroga con las condiciones actuales. Después efectivamente lanzar una nueva licitación donde participen todas las partes involucradas.

Los que mejor conocen la situación de esta inversión son aquellos que usan la Hidrovía continuamente y hoy no creo que el Estado esté en condiciones de realizar una inversión que le permita la continuidad de esta actividad brindando los servicios que se están dando. 

¿La llegada de Joe Biden a la presidencia de Estados Unidos podría tener beneficios para el sector en Argentina?

Biden está dando subsidios y paquetes de estímulos para impulsar la economía de Estados Unidos que se vio bastante afectada por la pandemia. Esto podría traer algunos beneficios. Principalmente porque domésticamente aumentaría la demanda de algunos productos. Pensando también en el apoyo que está dando a las energías renovables y al cambio climático, esto haría que, en el caso del maíz y la soja, parte de esa producción se estaría afectando a biocombustibles y eso daría menores excedentes para la cosecha 2021-2022.

Recién están comenzando las siembras en Estados Unidos, con condiciones climáticas que no son las ideales. Esto hace que los precios en el mercado internacional continúen firmes más allá de lo que pasó en la campaña 2020-2021. Si continúa este contexto, para el 2021-2022 seguiremos viendo precios firmes en los mercados, principalmente en los de Estados Unidos. 

Trascendieron tensiones con China por la construcción de la base en Tierra del Fuego y la licitación de la Hidrovía. ¿Esto puede afectar las exportaciones?

Argentina se volcó a tener una relación económica importante con China, eso va a seguir. Argentina necesita de China ya que es un importante demandante de productos agrícolas. Esta relación va a tener que continuar y deberán negociar políticamente entre los ambos países.