Pese a celebrar el lanzamiento de créditos para Pymes a tasas inferiores al 40%, desde la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME), pidieron ampliar la instrumentación de la factura de crédito electrónica, ya que el nivel de deuda que tienen las pymes no les permite calificar para un préstamo.
Al respecto, Pedro Cascales, vocero de la organización empresaria sostuvo que “por la caída de la actividad, sobre todo en los últimos dos años, muchas pymes han priorizado el pago de salarios por sobre los aportes y las contribuciones. Por eso, las más necesitadas de liquidez hoy no pueden calificar a un préstamo”.
El dirigente indicó que el nivel de morosidad de las empresas con los bancos es el más alto desde que el Banco Central comenzó a difundir este dato en 2006: en apenas 18 meses pasó del 1,1% al 5,7% en noviembre pasado, según el último dato disponible.
El reclamo de CAME se basa en que por tener irregularidades con la AFIP o el Anses, muchas empresas no logran ser sujetos de crédito y, para poder financiarse, cada vez más Pymes usan descuentos de cheques a través de la Bolsa de Comercio o bien a través de avales de garantía.
Por eso Cascales señaló que “ahí es donde un instrumento como la factura electrónica de crédito nos es de gran utilidad”.
Con la factura electrónica de crédito una pyme puede emitir una factura por más de $100.000 a una empresa grande y quedar habilitada para que, en caso de que la contratante no la valide en el plazo de 30 días, quede acreditada automáticamente y sea viable para ser descontada como un cheque en Bolsa.
En ese sentido, Cascales aclaró que sería muy bueno que “pudiera instrumentarse en plazos menores, como una semana o 14 días, de modo de habilitar a las pymes a disponer de liquidez más rápido de lo que lo hacen hoy”.
“La gran mayoría de las pymes necesitaría créditos menores al millón de pesos para capital de trabajo o cubrir baches. Por eso la importancia de darle más dinamismo a este instrumento”, cerró Cascales.