Diez razones que convierten en fracaso las mejores ideas

20 septiembre, 2016

El mercado empresarial está colmado de emprendedores que han caído en ciertas prácticas nocivas, y como consecuencia de ello vieron afectado su proyecto negativamente. Te contamos las principales causas del fracaso en los negocios para que puedas tenerlas en cuenta y desmarcarte solo hacia la meta.

Mucho se habla del gran valor de las ideas, la innovación y la creatividad para sentar las bases de un negocio rentable y duradero. Sin lugar a dudas la idea es el pilar fundamental en donde debe cimentarse un proyecto, pero siempre acompañada de otros factores de relevancia.

Tomando la analogía de una casa en construcción, podemos afirmar que mucho antes de comenzar a realizar el pozo y comprar los hierros que servirán de estructura hay una persona que primero soñó con su hogar. Analizó las diferentes propuestas, discernió en función de muchas variables cuál era la mejor opción, hizo un presupuesto estimativo de cuánto le costaría poner en marcha su casa asegurándose de contar con lo necesario en cada etapa del proyecto, y luego eligió el profesional para que diseñara los planos de acuerdo a la idea inicial.

De ahí en más, aunque suene trillado, los pasos a seguir son relativamente sencillos: comprar los materiales, contar con mano de obra calificada, atenerse al plan de gastos inicial y acompañar la obra con entusiasmo.

Este es apenas un ejemplo gráfico, pero que sin embargo cuando lo extrapolamos al mundo competitivo de los negocios se pueden asociar algunas de las causas que podrían hacer que una gran idea termine en un rotundo revés.

1. No estudiar exhaustivamente el mercado

Cuando se arma un plan de negocio lo primero que se tiene que tener en mente es el público objetivo al que se dirigirá el emprendimiento. La segmentación de los clientes es vital para luego apuntar con efectividad las estrategias de marketing y comercialización.

Cuando un producto o servicio se encuentra en su etapa de génesis es el momento oportuno de sentarse a debatir a qué rango etario va dirigido, qué sector social, límites geográficos y demás recortes que permitirán pisar el acelerador una vez en el mercado.

2. Pensar un producto o servicio fuera de vigencia

Son incontables las empresas que nacieron de la fiebre por las modas corporativas, y así como vieron sus primeros minutos de gloria se desvanecieron al poco tiempo.

Subirse al tren del éxito puede ser en muchos casos un arma de doble filo, ya que se corre el riesgo de ubicarse en el mercado en un momento de saturación y curva descendente de la demanda.

Es por ello que el valor de la anticipación de las tendencias es crucial en los negocios, sobre todo teniendo en cuenta la realidad de una sociedad en cambios constantes. Una buena idea en el momento equivocado puede ser letal para el progreso del negocio.

3. Perder de vista a la competencia, amedrentarse o darles oportunidades impensadas

Aquí se visualizan tres posturas marcadas respecto al mismo tema, y en las que un emprendedor suele cometer errores.

La primera de ellas es no realizar un análisis de aquellas empresas que competirán cabeza a cabeza con el emprendimiento. De la observación del comportamiento de otras organizaciones podemos deducir elementos muy importantes para potenciar la propia.

Y también es importante elegir bien a tus socios, aliados o con quien compartes tus ideas e información, ya que puedes crearte competidores inesperados.

Cuentan las leyendas urbanas que IBM confió en la incipiente Microsoft para el desarrollo de DOS. Yahoo, posicionado como el buscador más popular, en el año 2000 contrató a Google para ser su motor de búsqueda predeterminado. Nintendo, la mejor empresa de videojuegos en la década del 80 solicitó a Sony el diagrama de la lectora para su próxima consola, proyecto que no avanzó, pero ayudó al surgimiento del monstruo de los videogames. De haber mediado un análisis directo de la competencia, Nintendo no hubiese puesto en bandeja de plata la creación de la PlayStation 1.

Por el otro lado se encuentran aquellas personas que comienzan a sentirse disminuidas por los éxitos de las empresas paralelas. Los premios, clientes famosos o cantidad de empleados de los principales competidores pueden convertirse en una causa de pérdida de objetivo e inseguridad.

4. Realizar gastos innecesarios o inadecuados

Cuando se comienza todo proyecto es común que se tenga la falsa creencia que sólo puede crecer si se dispone de una oficina donde citar clientes, empleados para cada área o sector sin llegar a ser imprescindibles o mobiliario excesivo. Dilapidar el dinero, aunque se posea, nunca es un buen síntoma para el crecimiento. Por el contrario, en una inteligente distribución del capital radica gran parte del desarrollo empresarial.

5. Ideas buenas con emprendedores con baja autoestima

Los factores psicológicos, las creencias inconscientes que delimitan el accionar y la valoración que cada persona tenga para con uno mismo, no son tópicos excluyentes del diván y la vida personal, sino que juegan el papel más importante en la concreción de las metas propuestas.

La mente, como ente autárquico responsable de las decisiones y acciones de los seres humanos, puede depositarnos en la gloria o arrebatar nuestros sueños.

Las causas emocionales que pueden desencadenar una estrepitosa caída son las creencias limitantes provenientes del inconciente como “no puedo”, “no sirvo” o “no merezco”, que aunque afianzadas en la infancia siguen teniendo plena vigencia en la adultez si no se revierten.

La autoestima, entendida como la imagen y valor que uno tiene para sí mismo es la clave para poder sobreponerse a los traspiés y mirar los obstáculos sacando provecho de ello.

La neuroplasticidad, ciencia que estudia la capacidad del cerebro para reaprender y modificar conductas, explica que el cerebro tiene la capacidad de cambiar su estructura y funcionalidad de acuerdo a su interacción con el medio, reemplazando creencias y reelaborándolas por otras que podrás usarlas a favor del éxito personal y profesional

6. Plan de marketing con falencias

Scott Adams, autor de la tira diaria Dilbert, ironiza el rol del marketing dentro del esquema empresarial de la siguiente manera:

“El departamento de Marketing utiliza muchas técnicas avanzadas para juntar producto y comprador de una forma que eleve al máximo los beneficios. Por ejemplo, regalan llaveros”.

Esta premisa humorística tiene una visión que no está para nada alejada de la realidad que es hacer marketing porque hay que hacerlo.

No es lo mismo contar con una cuidada estrategia de marketing, elegir las acciones a tomar y el canal para hacerlo de la mejor manera que simplemente imprimir lapiceras con el nombre de la empresa o regalar llaveros.

Para que funcione, el marketing debe ser efectivo y bien diseñado por un profesional con experiencia y capacidad en sus tareas, si no se corre el riesgo de malgastar las energías y el dinero.

7. Elección incorrecta de recursos

Desde un socio capitalista, programadores, diseñadores, etc., el equipo de trabajo que se forme determinará los tiempos de crecimiento de una startup. Contar con personal con pasión, entrega, amor, entusiasmo y talento son requisitos que no sólo acelerarán el progreso, sino que éstos se trasladarán a los clientes, los financistas y la comunidad virtual.

Es por ello que además de la experiencia anterior y competencia académica es importante contar con personas inteligentes emocionalmente que sean capaces de influir positivamente en los demás.

En DonWebBlog se publicó una noticia acerca de un estudio científico que Facebook llevó adelante con el objetivo de dirimir si los estados de ánimo en la red son contagiosos.

La conclusión a la que se llegó fue la siguiente

“Los estados emocionales se pueden transmitir por un fenómeno de contagio, induciendo a otras personas a provocar las mismas emociones sin que sean conscientes”.

Este estudio avala la importancia de las emociones a la hora de crecer y avanzar.

8. No rendirse ante el mínimo inconveniente

Persistir, aprovechar las crisis y sortear tormentas es una de las características que diferencian un emprendedor con éxito de otro que solo ha tenido buenas ideas.

9. No contar con respaldo financiero necesario

Llevar una idea exitosa adelante puede llevar mucho tiempo. Todo agricultor japonés que se precie sabe que el bambú lleva siete años de laboriosos cuidados, creciendo sólo unos centímetros. Esta aparente demora es el tiempo que le demora forjar sus raíces, para luego crecer 30 metros en semanas.

Por eso es importante contar con el respaldo económico y financiero para acompañar el proceso. Si has recibido aportes de inversionistas, es fundamental asegurar el equilibrio, es decir el break-even, mientras se cuente con el aporte inicial. De no hacerlo, se deberá buscar nuevas inversiones con la consecuencia de perder parte de la empresa, o bien realizar ajustes que llevarán a quebrar la armonía lograda.

En el caso que seas un emprendedor individual, es de extremada importancia contar con el respaldo que te permita continuar y sostener el proyecto además de las responsabilidades familiares. Si estás dejando un trabajo en relación en dependencia, ten en cuenta que ya no cobrarás del 1 al 5 de cada mes, sino que muchos clientes podrán postergarte pagos, o darte cheques a varias semanas. Organiza esto de la mejor manera para no convertir el soñado proyecto en un mar de nervios y stress, ni tener que traicionar valores por problemas de cash flow.

10. Desperdiciar el efecto del online

Sitio Web moderno, optimizado para SEO y visible fácilmente en todos los dispositivos, presencia on line en redes sociales que consideres, son hoy por hoy fundamentales. No contar con ellos significará una pérdida de oportunidades y de imagen. En cambio llevarlas adelante con inteligencia contribuirá enormemente al éxito deseado.

Fuente: www.donweb.com